Ha finalizado el primer tiempo y quedan dudas con respecto al representativo nacional. Las deficiencias defensivas han sido notorias, y sólo la ineficiencia del ataque boliviano y el buen cometido de Nelson Tapia han salvado a Chile de un resultado negativo.
Los primeros minutos sirvieron para que Bolivia notara los puntos bajos de la defensa nacional. Los pelotazos de Baldivieso y García fueron una pesadilla constante. Joaquín Botero tuvo el gol un par de ocasiones, pero no supo definir. Luego Suárez lo tuvo otras dos oportunidades, pero esta vez Tapia salvó a la "Roja".
Es inexplicable cómo Chile, jugando con tres zagueros, haya recibido tantos ataques por el centro de la defensa a través de pelotazos largos.
Luego del primer cuarto de hora Chile comenzó a tocar el balón con mayor precisión y, en definitiva, a armar fútbol. La salida del equipo nacional, con una mayor proyección de Rodrigo Tello, más las esporádicas apariciones de Rozental, pudieron crear algunas chances para los visitantes.
Las deficiencias en el mediocampo fueron claras, en ambos elencos. Muy timoratos, erráticos en el movimiento del balón y poco claros en la entrega. En este sentido, los únicos que aprobaron fueron Baldivieso y García, ambos del elenco boliviano, quienes fueron constante peligro a través de pelotazos, centros y remates al pórtico.
Chile no ha tenido salida. Maldonado, muy abocado a lo defensivo, no ha sido un agente de contacto entre la zaga y el ataque nacional. Estay no se ha visto, y Tello ha tenido esporádicas apariciones.
Destacable, eso sí, ha sido el espíritu de lucha de Iván Zamorano, sensación que no se ha contagiado en el resto del equipo. También los remates de distancia de Fernando Cornejo, que si bien resultaron desviados, fueron una buena iniciativa.
Si Chile mejora su funcionamiento defensivo, podría cambiar el aspecto de este partido. Bolivia, en tanto, se ha agrandado al observar un rival con poca estabilidad y concentración.
