RIO DE JANEIRO.- El defenestrado técnico de la selección brasileña de fútbol, Wanderley Luxemburgo, aseguró hoy que desea asumir nuevamente el comando del plantel nacional en el futuro.
''Voy a volver a trabajar en el fútbol, reconquistar mi espacio y hacer que la gente vuelva a creer en mi trabajo. Mi objetivo profesional seguirá siendo la selección brasileña'', expresó el entrenador, en entrevista hoy a la red radial Globo.
Luxemburgo admitió que su decisión de no convocar al veterano delantero Romario para disputar los Juegos Olímpicos de Sydney fue un factor determinante para su despido, dictado por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) después que Brasil quedó eliminado de la disputa.
''Romario hizo unas declaraciones y la prensa brasileña empezó a presionar'', expresó el técnico, aludiendo a la advertencia del delantero del Vasco da Gama quien, al enterarse de que no había sido convocado, enfatizó que Luxemburgo sería ''el único responsable'' del fracaso de Brasil en Sydney.
En la entrevista, Luxemburgo volvió a tildar de ''mentiras'' las denuncias formuladas en su contra por su ex secretaria Renata Alves, quien lo acusó de recibir comisiones por las ventas de pases de jugadores de la selección nacional y de los clubes que comandó.
Instado a opinar sobre sus substitutos en el comando del plantel nacional, el coordinador técnico Antonio Lopes, y el entrenador Emerson Leao, Luxemburgo se limitó a afirmar que se trata de ''dos grandes profesionales, a los que admiro mucho''.
