LONDRES.- Juan Pablo Montoya se apresta a hacer la irrupción en la fórmula uno más publicitada desde la llegada de Michael Schumacher hace una década.
El gran interrogante es si el colombiano logrará el éxito que se le negó a otras figuras que probaron fortuna en esa categoría luego de destacarse en la Fórmula Indy.
El italiano Alex Zanardi, bicampeón de la Fórmula Indy, pasó dos veces por la F1 sin pena ni gloria y lo máximo que consiguió fue un sexto puesto con Williams en 41 carreras.
El estadounidense Michael Andretti intentó seguir los pasos de su padre Mario y se estrelló en seis de las 13 carreras en que participó antes de regresar a la Fórmula Indy.
Pero se cree que Montoya podría ser la excepción a la regla y más de uno lo compara con el propio Schumacher e incluso con el venerado Ayrton Senna.
Montoya se hizo notar primero en la fórmula 3000, considerada la antesala a la F1. El colombiano fue campeón de la F3000 en 1998 y deslumbró a Chip Ganassi, célebre detector de talentos que le dio uno de sus autos en el campeonato CART de Fórmula Indy.
Montoya respondió ganando ese campeonato en 1999. El año pasado tuvo un auto mucho menos competitivo, pero ello no impidió que conquistase las 500 Millas de Indianápolis en su única incursión en el campeonato IRL.
Williams le puso el ojo a Montoya hace varios años y lo contrató como piloto de pruebas. Luego del exitoso paso del colombiano por la fórmula indy, decidió confiarle uno de sus autos en la temporada de F1 del 2001.
Montoya, dueño de un manejo agresivo y un increíble control, sorprende no sólo con sus dotes de conductor sino también con su visión en la pista. Además, se interesa mucho en las cuestiones técnicas.
"El conocimiento del auto es la diferencia entre un triunfo y una derrota", declaró el colombiano.
"Michael Schumacher es un gran piloto, pero si corriese con un Minardi, terminaría 20°. Sin un buen auto, uno no es nada", agregó.
Frank Williams, el taciturno propietario de la escudería, dice que tiene la sensación de que Montoya es un piloto especial y palpita un duelo vibrante con el otro conductor de la escudería Williams, Ralf Schumacher, hermano de Michael.
"Habrá algunos recelos, no creo que terminen siendo los mejores de los amigos", expresó Williams.
