BUENOS AIRES.- Golpeado, y por momentos tambaleante, pese a que continúa puntero del torneo Clausura del fútbol argentino, el entrenador de River Plate, Américo Gallego, decidió recluir a sus jugadores en un country de las afueras de Buenos Aires para poder analizar los pasos a seguir en la última parte del campeonato.
Las críticas caen como cataratas sobre la humanidad de Gallego, e incluso son feroces a la hora de analizar sus decisiones tácticas, las cuales nadie objetaba antes de perder hace tres fecha contra Boca por 3-0.
Pero ahora parece que los densos nubarrones se han querido posar sobre Gallego y el plantel de River, por lo que el entrenador decidió recluirse en un country de la localidad de Pilar, a unos 50 kilómetros al norte de Buenos Aires, en donde realizará una jornada de doble turno de entrenamiento.
Gallego decidió "desintoxicar" a los jugadores de todo el torbellino que es por estos días River, luego de perder la exclusividad de la punta en el torneo local a manos de San Lorenzo de Almagro, que entrena el chileno Manuel Pellegrini.
"Es una medida que Gallego pensó hace algunos días, y es bueno para los jugadores, para poder trabajar tranquilos", argumentó una fuente allegada al cuerpo técnico de River a DPA.
El 3-3 frente a Gimnasis y Esgrima de La Plata, y la victoria de San Lorenzo sobre Talleres de Córdoba 3-0, caló hondo en el estado de ánimo de Gallego, quien incluso no participó de un programa de televisión, la noche del lunes, al que también concurre Diego Maradona.
Gallego prefirió ausentarse, al igual que el mediocampista Leonardo Astrada, y este martes emprender una dura tarea en doble turno en el country "Mapuche", en una zona alejada del ruido del centro de Buenos Aires.
El entrenador deberá mejorar aspectos defensivos de su equipo, recuperar a algunos lesionados, pero por sobre todo hacer hincapié en el aspecto anímico, tal vez una de las partes más flacas de River actualmente.
Pero también él necesitará un replanteo de sus objetivos, porque los hinchas de River no le perdonan algunas actitudes como la de haber sacado a los delanteros Martín Cardetti y Javier Saviola, frente a Gimnasia, para cuidar el 3-2 favorable, que finalmente no se dio.
Gallego sabe que está en una situación difícil, de replanteos y análisis, y el hecho de alejarse de Buenos Aires, al menos por unas horas, demuestra que es consciente de lo que está viviendo.
Lo que sí es seguro, es que el próximo fin de semana su equipo no se concentrará en el estadio Monumental, donde habitualmente lo hace, ya que las instalaciones estarán a disposición del conjunto estadounidense Backstreet Boys, que hará un recital para 30 mil personas.
