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Golf: Cuatro líderes en Abierto Británico

El tradicional campeonato británico sigue muy apretado y con constantes sorpresas, como la decepcionante actuación de Tiger Woods, quien desde el sexto hoyo extravió su "swing" para completar el recorrido en 78 golpes.

21 de Julio de 2001 | 17:33 | EFE
LYTHAM.- El Abierto Británico de golf sigue inmerso en la confusión del campo atroz de Lytham, con cuatro jugadores empatados en la cabeza (Duval, Langer, Woosnam y Cejka), mientras que el español Miguel Angel Jiménez es quinto a un golpe en el mismo día que el estadounidense Tiger Woods rozó el ridículo.

No se recuerda un Abierto Británico tan apretado pues para la jornada final tienen opciones reales de triunfo hasta 32 hombres, entre los que figuran Jiménez y Sergio García (decimocuarto a 2 de la cabeza), el hasta el viernes líder Colin Montgomerie (a 1 golpe) e incluso el desconcertado Woods, con un retraso de 5 impactos.

La jornada fue proclive para las sorpresas. La más entrañable de ellas tuvo como protagonistas a dos veteranos con la misma edad (43 años) que además jugaron juntos, el alemán Bernhard Langer y el galés Ian Woosnam. Ambos, que lo han sido todo en el golf y coetáneos de Ballesteros, todavía no han conseguido la jarra de plata del Británico. Si repiten su gran espectáculo del sábado quizá puedan subirse al último tren para alcanzar la gloria en Lytham.

Más sorpresas: el germano Cejka, que viene de la previa y no ha hecho nada este año más que jugar, protagonizó un recital hasta el hoyo 14. Pero tras agarrar el liderato cedió con tres "bogeys" seguidos para compartir el honor del primer puesto.

El cuarto del grupo destacado es Duval, el protagonista de la jornada matinal con 65 golpes, la mejor tarjeta del día. Duval es un golfista en pleno desarrollo, pero ensombrecido como otros americanos por Tiger.

Duval fue segundo en el Masters, por detrás, claro, de Woods, y todavía ansía un "grande" y quitarse de encima la losa con el nombre de Tiger.

También pretenden sumar su primer torneo de Grand Slam Jiménez y Sergio García, lo que tienen a tiro tanto o más que el resto.

El malagueño volvió a usar la cabeza para mandar sobre sus manos. Jiménez está inconmensurable en Lytham. No se arruga, pese a los dos "bogeys" que cometió en la segunda parte del recorrido que no ensombrecieron sus 67 golpes (4 abajo).

Jiménez jugó como un campeón, para marcarse un "birdie" de lujo en el impresionante 18 al embocar con el "putt" desde 4 metros. "Olé Pisha!", le gritó un español cuando cesó la atronadora ovación de los miles de ingleses rendidos en las tribunas al aplomo del andaluz.

Si Jiménez pasó por el 18 con autoridad, García lo hizo como un genio. El castellonense retomó el juego que le hizo brillar en el Abierto estadounidense y que le llevó después a dos triunfos en América.

García rubricó 67 (4 abajo), pero en la retina queda el "chip" que embocó para "birdie" en el último hoyo del recorrido glorioso para él pero que resultó frustrante para José María Olazábal, ya fuera de concurso.

Pero lo realmente sorprendente, por encima de todo y de todos, fue el triste espectáculo que dio Tiger Woods a partir del hoyo sexto. El Tigre, el mejor del mundo, funcionó a pleno rendimiento hasta ese instante, con 3 "birdies" sin fallos. El robot parecía con las pilas recargadas.

En el 7 comenzaron los dolores de cabeza para Tiger. Ahí hizo "doble bogey", pero lo peor para él es que perdió el "swing" totalmente. Sus salidas se fueron al "rough" alto, a los matojos o bien a las gradas. Sus segundos golpes caían como bombas en las enormes trampas de arena. Un desastre inexplicable.

Tiger terminó como pudo (73 golpes) y usando colirio para tanta arena que se acumulo en sus ojos, pese a que la compañía de su amigo Mark O'Meara le obligó a sonreír en el 18.

Nada más terminar y sin casi atender a la prensa, el californiano buscó a su preparador Butch Harmon para enderezar su "swing" en la cancha de prácticas.

Lytham se ha convertido en un campo infernal, no por su temido viento -casi inexistente- sino por las precisión a la que obliga, máxime cuando se esconden las banderas como ocurrió hoy. La presión ante tantos candidatos y el propio infierno de Lytham presentan una jornada final que puede ser memorable.

El argentino Eduardo Romero, única esperanza argentina, firmó 72 golpes (1 arriba), para ocupar el vigésimo puesto a 3 impactos de los líderes. También tiene opciones el argentino, no así el paraguayo Carlos Franco, que con sus 73 golpes de hoy se marchó hasta el puesto 52.
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