WILMINGTON, Estados Unidos.- Michael Jordan causó una impresión bastante favorable en su primera presentación en público el martes, en la que tuvo ráfagas de un juego de alto nivel.
El público, no obstante, deberá contentarse con verlo solo un tiempo por ahora, ya que el técnico de los Washington Wizards, Doug Collins, quiere que se tome las cosas con calma mientras se pone a punto.
Por mucho que le duela a los aficionados que se aglomeran para presenciar los entrenamientos, Collins no dejará que el astro juegue más de un tiempo durante los partidos de práctica.
Jordan jugó 18 minutos y anotó 13 puntos el martes en un entrenamiento en la University of North Carolina-Wilmington. No salió en el segundo tiempo y los aficionados protestaron bulliciosamente.
Pero Collins no cedió. "Tengo que seguirlo de cerca y creo que él confía en mí", declaró el técnico. "Nuestro objetivo es llegar bien al 30 de octubre".
"Cuando Michael está en la cancha, éste es su santuario. Lo que está haciendo ahora es ver cómo puede hacer un mejor aporte a esta altura de su carrera. Todavía puede ser una figura dominante a ratos", manifestó Collins.
Jordan vio el segundo tiempo desde un costado de la cancha, con una toalla en su hombro y hielo en ambas rodillas, mientras el público gritaba "¡Queremos a Jordan!".
"Doug quería que jugase una cierta cantidad de minutos. No pensé que cumpliese con eso, pero lo hizo. Parece que así lo haremos en la pretemporada", manifestó Jordan, quien regresa a la NBA a los 38 años, luego de tres años alejado de las canchas.
El tiempo que jugó fue como si Jordan jamás se hubiese ido. Fue letal con la pelota y dominante en la defensa, al punto que robó tres balones, tapó un tiro y recuperó tres rebotes.
"Me sentí bien. Me encanta salir a una cancha para jugar un partido, con árbitros y público. Me he fijado un objetivo y este es tan solo un paso en esa dirección", expresó Jordan.
"Es evidente que el público le da fuerza, lo entusiasma", manifestó Collins.
En el partido hubo solo espectadores de pie, incluidos varios cientos de estudiantes que pasaron la noche afuera del Coliseo Trask la semana pasada para conseguir buenas entradas.
