STUTTGART.- El tenista estadounidense Pete Sampras deslizó hoy la posibilidad de no jugar ni el torneo de Basilea, Suiza, la semana que viene, ni el último Masters Series del año, en París, por problemas físicos.
Tras caer en cuartos de final del Masters Series de Stuttgart ante el bielorruso Max Mirnyi, Sampras reconoció estar molesto por una dolorosa lesión en un brazo, que podría dejarlo fuera de las canchas por el resto de la temporada.
El estadounidense, de 30 años, completaría de esta manera su primer año sin ganar un título desde su segunda temporada como profesional, en 1989. Además, Sampras, que ocupa actualmente el puesto 30° del ranking de la ATP, no se había perdido ningún final de temporada desde 1990 y no había quedado nunca fuera del "top ten", tal como podría ocurrir si Sampras decide no jugar más por este año.
Finalizar la temporada sin ningún título sería un golpe duro para el estadounidense, quien siempre sostuvo que la forma de medir el éxito a lo largo de un año eran los triunfos obtenidos en los grandes eventos.
Por su parte, el tenista ruso Yevgueni Kafelnikov reiteró hoy que desde su punto de vista Sampras es el mejor jugador de todos los tiempos.
Sampras, que comenzó a ser protagonista excluyente en el mundo del tenis en 1990, cuando se alzó con el Abierto de Estados Unidos, tiene el récord de torneos del Grand Slam ganados, con 13, incluyendo siete victorias en Wimbledon. Además, el estadounidense tiene la marca máxima de temporadas finalizadas a la cabeza del ranking: entre 1993 y 1998 terminó siempre en el puesto número uno.
Además de acumular unos 42 millones de dólares en premios a lo largo de su carrera, Sampras es el líder entre los jugadores activos en la categoría de títulos ganados, con 63. Su último torneo cosechado fue Wimbledon, en julio de 2000. Luego, llegó a varias finales, como en las dos últimas ediciones del Abierto de Estados Unidos, en las que perdió en tres sets frente al ruso Marat Safin y el australiano Lleyton Hewitt, respectivamente.
Tras los atentados terroristas del pasado 11 de septiembre en Estados Unidos, el único objetivo que motivaba a Sampras para viajar a Europa a jugar un torneo era la clasificación para la Copa Masters que se disputará en Sydney en noviembre.
"Probablemente no estaría aquí si ya estuviera clasificado para Sydney. Sería lindo lograrlo (la clasificación) y jugar frente a los mejores jugadores del mundo en un evento de esa magnitud. Sería genial hacer un buen papel allí y terminar el año en forma positiva", había dicho Sampras en el transcurso de la semana en Stuttgart, donde el estadounidense demostró un grado de determinación y reacciones emocionales que pocas veces había lucido antes.
En su primer partido en Stuttgart, ante el austríaco Stefan Koubek, se vio disgustado con varios fallos de los jueces e inclusive reaccionó lanzando una pelota a la tribuna, lo que casi le cuesta la primera sanción por infracción del reglamento en toda su carrera. "Difícilmente hubiera hecho eso antes", admitió Sampras.
El estadounidense había vencido el martes al chileno Marcelo Ríos, luego de tres sets muy peleados, y hoy cayó frente a Myrnyi, tras verse en inferioridad de condiciones por una lesión en un brazo. "Tuve que sobreponerme a este tipo de problemas durante toda mi carrera, especialmente a esta altura del año", manifestó el tenista.
De todas formas, todo indica que tras 13 años en el circuito, cada vez es más difícil para Sampras superar las lesiones para seguir ganando.
