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F-1: Michael Schumacher ganó el Gran Premio de Australia

El triunfo del corredor de la Ferrari se vio empañado por un multitudinario choque ocurrido en la primera vuelta y que dejó a gran parte de los competidores fuera de carrera.

03 de Marzo de 2002 | 10:05 | REUTERS
MELBOURNE.- El campeón mundial Michael Schumacher ganó el domingo un extraordinario Gran Premio de Australia, que abrió la temporada del circuito de Fórmula Uno con un aparatoso amontonamiento de vehículos en la primera curva y apenas un manojo de finalistas.

En una carrera más parecida a una competencia de demolición que al pináculo del automovilismo deportivo, el Ferrari del alemán Schumacher emergió triunfador una vez más para el 54o. galardón de su carrera.

El colombiano Juan Pablo Montoya llegó segundo en un Williams y el finlandés Kimi Raikkonen en tercero en su debut con un McLaren y el primer podio de su carrera. Sin embargo, se vieron muchos nombres inesperados en las profundidades de la tabla de posiciones.

Detrás de Raikkonen llegó Eddie Irvine, de Jaguar, quien ya antes de la carrera había casi eliminado las probabilidades de su vehículo de ganar el Gran Premio, mientras Mark Webber, el novato australiano de Minardi, entró en quinto después de sobrevivir a un escalofriante desafío a última hora del finlandés Mika Salo.

Salo aún logró anotar un punto para la Toyota en su debut en un gran premio. Webber, golpeando el aire de júbilo, se convirtió en el 51o conductor que se adjudica puntos en su debut en Fórmula Uno y le dio a Minardi su primer punto desde 1999.

Webber arrancó 18 e Irvine 19. A sus espaldas dejaron una confusión automovilística, que puede resumirse en la imagen de Webber pasando al McLaren de David Coulthard, quien luchó con problemas de la caja de cambios cuando faltaba todavía la mitad de la carrera.

Después de 29 de las 58 vueltas quedaban solamente ocho autos concursando y al pasar la bandera sólo los tres primeros corrían en la misma vuelta.

Choque masivo

El multitudinario choque en la primera curva ocurrió en un abrir y cerrar de ojos, cuando las luces de partida apenas se habían apagado. El brasileño Rubens Barrichello, que arrancó en la punta, fue uno de los desafortunados cuando el Williams de Ralf Schumacher lo chocó por detrás y lo hizo saltar por los aires y precipitarse después contra la barrera de neumáticos.

Ralf, quien también estuvo involucrado en un choque el año pasado en que murió un alguacil de Melbourne, pasó a su hermano mayor Michael al comienzo y poco después se vio sin espacio cuando el vehículo de Barrichello desaceleró tratando de entrar delante en la primera curva.

Ralf emergió nervioso, pero ileso, dejando atrás una estela de carros averiados. El italiano Giancarlo Fisichella de Jordan, el brasileño Felipe Massa y Nick Heidfeld de Saubers, Jenson Button de Renault, Olivier Panis de BAR y el debutante británico Allan McNish en su Toyota quedaron todos en la pista.

Con los Arrows del alemán Heinz-Harald Frentzen y Enrique Bernoldi que no arrancaron en la vuelta de formación, el accidente dejó a la carrera sin la mitad de los competidores. "Fue un accidente tonto, pero la decisión de no detener la carrera por la FIA es absolutamente absurda", dijo Gary Anderson, de la Jordan.
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