SEUL.- El suizo Joseph Blatter fue reelegido hoy como presidente de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) por un período de cuatro años, al imponerse al camerunés Issa Hayatou en la votación celebrada hoy en el marco del 53° Congreso Ordinario del organismo, en Seúl.
El cuestionado Blatter, de 66 años, obtuvo una contundente victoria por mayoría absoluta, al recibir 139 votos de un total de 195 sufragios válidos emitidos -hubo dos nulos- por los presidentes de las asociaciones nacionales miembro. Hayatou, en tanto, obtuvo sólo 56 votos.
Blatter, apoyado por las grandes Federaciones europeas (España, Alemania, Italia y Francia), salvo Inglaterra, por la totalidad del fútbol sudamericano, la CONCACAF casi al completo y algunos países de Africa y Asia, no necesitó la segunda vuelta. Logró más de las tres cuartas partes de los votos que establecen los estatutos.
La votación de hoy permite a Blatter renovar el mandato que obtuvo en 1998, cuando se impuso por mayoría simple al actual presidente de la UEFA, el sueco Lennart Johansson, que renunció a presentarse a la segunda votación.
La elección del presidente fue el último punto del orden del día de una reunión que se prolongó durante ocho horas, en la que volvieron a vivirse momentos tensos que mostraron el enfrentamiento entre Blatter y su secretario general, Michel Zen-Ruffinen, autor de un informe en el que acusa al presidente de irregularidades.
Pese a la clara victoria de Blatter, el secretario general, quizá el que más puede perder, fue el menos conciliador. "No pienso dimitir, ¿por qué habría de hacerlo?", dijo Zen-Ruffinen, quien afirmó que se alegraba por Blatter, aunque se mostró pesimista ante el restablecimiento de la paz y la unidad que se propone el presidente.
Issa Hayatou, cuya llegada al hotel Hilton le delató como un "novato" en estas lides, apostó por la colaboración. "El veredicto ha sido muy claro y felicito a Blatter que desde ahora puede contar con mi colaboración como en el pasado".
También en tono conciliador se manifestaron los otros vicepresidentes que han denunciado a Blatter. Desde Lennart Johansson, que recordó su derrota de hace cuatro años en París, hasta el surcoreano Chung Mong-Joon, que apostó por colaborar, y el escocés David Will, el más crítico con las cuentas de Blatter.
Will ya suavizó su tono cuando intervino ante el Congreso al que pidió la aprobación del presupuesto de 2003 provisionalmente, hasta que la comisión de Auditoría Interna reanude sus trabajos y vuelva a abordar el tema.
Las cuentas de Blatter, apoyadas en una auditoría de la empresa KPMG, fueron objeto de un largo debate, que estuvo muy lejos del tumultuoso Congreso Extraordinario del martes, pese a que en el discurso de bienvenida el coreano Chung Mong-Joon volvió a acusar al presidente.
La armonización de todos los reglamentos de controles contra el dopaje y la incorporación de los nuevos integrantes del Comité Ejecutivo, entre ellos el presidente de la Federación Española, Angel María Villar, como vicepresidente, y Michel Platini, también se acordaron en la reunión, a la que asistió el brasileño Joao Havelange, anterior presidente.
Havelange intervino justo antes de los votos para pedir paz y optó por hablar de "victoria del fútbol" ganase quien ganase, mientras en el ambiente sobrevoló la añoranza a la época del brasileño y algunos como el italiano Antonio Matarrese, que hoy se despidió del Ejecutivo, se atrevieron a demostrar públicamente cuánto les echan de menos.
Blatter, que sólo habló en términos generales de construir "la casa de la FIFA" frente a la "transparencia" reclamada por Hayatou, logró su nuevo mandato y, aunque ahora se dispone a disfrutar del Mundial, debe enfrentarse a la necesidad de buscar un complicado consenso ante una fractura casi absoluta en su "familia".
