NUEVA YORK.- El esperado partido de cuartos de final entre los estadounidenses Pete Sampras y Andy Roddick, promocionado por la prensa local como una verdadera batalla generacional, terminó con una fácil victoria del veterano Sampras.
En apenas una hora y media de juego Sampras destrozó literalmente a Roddick por 6-3, 6-2 y 6-4, dando muestras de que en una buena noche sigue siendo, lejos, el mejor tenista estadounidense y uno de los mejores de todos los tiempos.
Con un espectacular juego de red, que hizo olvidar que ya tiene 31 años y que la de 2002 ha sido una temporada pésima, Sampras le ha demostrado al mundo por qué sigue jugando pese a que muchos creen que ya debe retirarse, tras no haber podido ganar ningún torneo desde julio de 2000.
"Es divertido estar allá afuera. Incluso cuando ya no estoy al nivel que tuve alguna vez siento que cuando llega un momento importante aún tengo algo que entregar", dijo el tenista, quien en su carrera ha ganado 13 títulos de Grand Slam, más que ningún otro jugador en la historia.
Del partido de anoche se esperaba mucho más, pues a la experiencia de Sampras se oponían la juventud y el entusiasmo de Andy Roddick, quien con sus 20 años es uno de los jugadores más llamativos y expresivos del circuito, famoso por celebrar sus puntos y arengar al público, así como por sus golpes de derecho explosivos y un saque que es de los más fuertes del circuito.
Pero Sampras no le dio la oportunidad de celebrar, pues con su potente juego de saque y volea y presionando cada uno de los saques de Roddick no permitió que el partido se le escapara en ningún momento.
"Pete me dio una paliza", dijo al final del encuentro Roddick, quien cree que el mensaje que da Sampras con victorias tan aplastantes como las de hoy es que aún no está acabado.
Desde hace varios meses, y en especial tras no haber podido ganar la final de este mismo torneo el año pasado y luego de sus malísimas actuaciones en los otros tres Grand Slams del año (Australia, Roland Garros y Wimbledon), la prensa ha venido hablando de un eventual retiro de Sampras.
Pero el estadounidense ha seguido luchando, en busca de su título número 14 en uno de los cuatros mayores torneos del año.
"Ustedes de la prensa dicen que Pete está acabado, yo nunca lo he dicho y no creo que muchos jugadores duden de sus capacidades", explicó Roddick. "Tal vez él ha tenido algunos malos partidos, pero no creo que nadie dude de que todavía es capaz de tener grandes juegos", agregó el joven tenista estadounidense.
Sampras se enfrentará este sábado en las semifinales con el holandés Sjeng Schalken, que ganó al chileno Fernando González por 6-7(5), 6-3, 6-3, 6-7(5) y 7-6(2) en tres horas y cuarenta y tres minutos de juego.
"El es un jugador experimentado y hace todo bien", dijo Sampras de su próximo rival.
Pese a todo lo que se comenta sobre su carrera, Sampras dejó en claro que él no juega con la intención de acallar las críticas de nadie, sino por sus propias ganas de seguir jugando. "No quiero acallar a nadie, eso no me motiva. Si estoy aquí es por mí, para desafiarme a mí mismo y ver qué es lo que puedo hacer. Es mi habilidad puesta a prueba con la de alguien más y creo que aún puedo hacerlo. Si no, no estaría aquí", sentenció Sampras.
