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Okubo, el japonés que revoluciona el fútbol español

Con 22 años y procedente del Cerezo Osaka, el delantero quiere ganarse un lugar en el balompié europeo, tal como lo hizo Hidetoshi Nakata en Italia.

21 de Diciembre de 2004 | 11:15 | EFE

Este es Yoshito Okubo, ya en la práctica del Mallorca.
En la senda de Nakata
Hidetoshi Nakata es el máximo exponente del fútbol japonés, una mina de hacer dinero. Nakata (Yamanashi, 1977) milita en la Fiorentina, después de haber desfilado por Perugia, Roma y Parma, quien lo compró al club romano por 27 millones de dólares, convirtiéndose en el jugador japonés más caro de la historia.

La aventura que inició Nakata hace ya más de un lustro, cuando desembarcó en el Perugia, dejó las huellas en un camino que han seguido media docena de compatriotas. Los nombres de Yanagisawa (Messina/ITA), Nakamura (Regina/ITA), Takahara (Hamburgo/ALE), Shinji Ono (Feyenoord/HOL) e Inamoto (West Bromwich Albion/ING) comienzan a despuntar en la exigente pasarela del fútbol continental.

Shinji Ono es el futbolista japonés más en forma. Nacido en Shizuoka en 1979, este centrocampista del Feyenoord destaca por su velocidad, su visión de juego y su sacrificio durante los noventa minutos. Comenzó su carrera en el Urawa Reds, donde compartió vestuario con el actual secretario técnico del Barcelona, Txiqui Beguiristain. Ono alternó la selección absoluta japonesa en el Mundial '98, con el combinado Sub-20 en el Mundial de Nigeria'99.
PALMA DE MALLORCA.- El japonés Yoshito Okubo está revolucionando la apacible tranquilidad que se vive en Mallorca, conocida tradicionalmente como la "Isla de la calma".

La llegada del joven delantero (22 años) y la cincuentena de periodistas que lo acompañan ha significado todo un acontecimiento tanto para el equipo que lo contrató, el Mallorca, como para el entorno de un club sin excesivo "gancho" para los medios de comunicación de caracter nacional.

A su llegada el sábado, Okubo se encontró en el aeropuerto de Palma con un joven seguidor que portaba la camiseta de su nuevo equipo y le daba la bienvenida, y decenas de curiosos que miraban atónitos ante el espectáculo mediático.

Algunos pensaron que llegaba una estrella musical del tipo Michael Jackson. Pero no, era Yoshito Okubo, el nuevo fichaje de un Real Mallorca que espera obtener de él grandes beneficios económicos, ya que pretende abrirse las puertas del mercado asiático. La distancia entre Japón y Mallorca es abismal, y ése es el primer obstáculo que deberá sortear Okubo.

El segundo es el del idioma. Durante su estancia en Palma va a estar acompañado a sol y sombra por un joven catalán, Moisés Ferran, que le hará de traductor y tendrá incluso permiso para entrar en el césped durante los entrenamientos, un logro inconcebible dada la inflexibilidad del entrenador Héctor Cúper en estos temas.

Yoshito se marchó de Osaka como un héroe tras salvar a su equipo, Cerezo Osaka, del descenso, y en Mallorca nadie espera que sea el salvador. Su rendimiento es una incógnita. Los precedentes en la liga española de Sohji Jo (Valladolid) e Ishizagwa (Espanyol) son devastadores, aunque los que lo conocen bien afirman que Okubo "triunfará porque tiene rapidez y calidad, no como los anteriores japoneses que llegaron a España".

Su primer contacto con sus compañeros llegó desde la grada en el choque Mallorca-Osasuna el domingo, y fue para presenciar un gris espectáculo de su nuevo equipo. "Okubo, dónde te has metido", tituló Diario de Mallorca en su crónica de ambiente.

Y es que el Mallorca ofreció un partido en el que no hubo ni siquiera lucha, lo que provocó un hecho nunca visto: Cúper criticó muy duramente y en público a sus jugadores, llegando a decir que en los próximos partidos "no jugará el que no corra ni muestre espíritu", en referencia a la falta de actitud de sus hombres. Y si hay algo que caracterice a Okubo es, precisamente, que corre y lucha en todo momento, así que puede ser optimista.

El atacante fue presentado a sus compañeros en el primer entrenamiento tras la reprimenda de Cúper. Le tocó sentarse al lado de Delibasic, delantero como él, y entre el poco inglés que "chapurrean" los dos se entendieron. Ya en el césped, a base de "¡hey, hey!" llamó la atención de sus compañeros para que le pasaran el balón, a falta de más vocabulario ni conocimiento de los nombres de sus compañeros.

Sus primeros días los vivió en un lujoso hotel del paseo marítimo de Palma, pero en breve se marchará a vivir a una casa que le ha conseguido el club mallorquinista. Allí deberá pasar el tiempo libre, que no será mucho porque el club le ha diseñado un plan de entrenamientos para acoplarse lo antes posible a la dinámica de trabajo de Cúper. El técnico destacó la "rapidez" del jugador, pero subraya que tendrá que adaptarse.

Un dato juega a su favor: su carácter abierto y simpático le abrirá las puertas con los jugadores más jóvenes de la plantilla, que ya bromean con él preguntándole cómo se dice en japonés alguna palabra.

Todos en el Mallorca esperan que la revolución que ha significado la llegada de Okubo traspase el efecto mediático y se traduzca en goles para ayudar a la salvación del equipo.

El club espera algo más: que el jugador demuestre el nivel que ha exhibido en Asia y sea el "Nakata del Mallorca", el hombre que abra un mercado inmenso y le dé al club un dinero del que no anda sobrado.
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