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González se resigna ante el talento de Roger Federer en Montecarlo

A pesar de jugar un buen partido, el chileno, que se quedó con el segundo set, debió ceder ante el poderoso número 1 del mundo.

14 de Abril de 2005 | 12:01 | El Mercurio en Internet
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    SANTIAGO.- Sabido es que para derrotar al número 1 del mundo, el suizo Roger Federer, se necesita, además de encontrarlo en un mal momento, algo más que un gran tenis. Pues bien, esas condiciones se dieron en el segundo set del partido que lo enfrentó hoy con Fernando González, donde el "dueño del ATP" terminó cediendo sólo en el tie break.

    Pero no fue suficiente para el chileno, que al menos, puede decir que sacó su tarea adelante, porque así como están las cosas en el tenis mundial, quitarle un set a Federer ya es digno de elogio.

    Obviamente no es para contentarse con una derrota - jamás debiera alegrar- ni tampoco para hablar de triunfos morales. Pero cuando al frente está un jugador de 23 años que tiene un registro de 34 ganados y 1 perdido en 2005, que es número 1 desde febrero de 2004 y que nunca perdió desde ese entonces ante un top ten (con la excepción de su única derrota ante Marat Safin en el Abierto de Australia), entonces hacerlo ver complicado es digno de elogio.

    Así se veía Federer hoy en el segundo set. Desconcentrado, reprochándose sus errores, desencajado por los tiros ganadores de González.

    Pero claro, es el número 1 y no tiene en mente verse superado. Nada pudo hacer el chileno en el primer set que Federer ganó en un cómodo 6-2 y lo poco que intentó en el tercero, se diluyó ante el rápido 6-4 que le permitió despedir a González y avanzar a cuartos de final en el Master Series de Montecarlo (Mónaco, 2,085 millones de euros, arcilla).

    Imposible

    Sabido era que para González la hazaña sería más que difícil, incluso imposible. El chileno había perdido las dos veces que se enfrentó al suizo, ambas en 2004 (Indian Wells y Hamburgo), y ambas con escasas ocasiones para el número dos nacional.

    Ya eso era un antecedente a considerar para hoy.

    Pero el chileno se esmeró. Jugando siempre desde el fondo de la cancha, logró concretar tiros muy ajustados a los que el suizo llegaba apenas. Pero era tan al límite su juego, que varias pelotas pegaron más allá de la línea blanca.

    Federer estuvo siempre consistente - salvo esa segunda manga- con pocos errores no forzados y varios tiros ganadores. Todo lo contrario del chileno que pocas veces jugó con su primer saque y que en otras tantas se equivocó innecesariamente.

    Quedará siempre la duda, entonces, sobre qué hubiera pasado si hubiese sido mayor su porcentaje de primeros servicios o si no hubiera cometido tantas doble faltas o si no hubiera fallado un remache fácil...

    Especular está demás. Federer sigue siendo un jugador imbatible y la pregunta que hay que hacerse es hasta cuándo va a durar esa hegemonía. Hagan sus apuestas.
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