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F-1: Toyota le da pelea a McLaren en las prácticas de GP de Hungría

El brasileño Ricardo Zonta, probador de Toyota, y el austríaco Alex Wurz, que lo es de McLaren Mercedes, marcaron los mejores tiempos de la jornada, que se registraron en la segunda de las dos sesiones libres.

29 de Julio de 2005 | 13:08 | EFE
HUNGARORING.- Los bólidos de la escudería Toyota se unieron hoy en Hungría a la habitual hegemonía del viernes de los McLaren copando junto a ellos los seis mejores puestos -entre pilotos y probadores- en una jornada en la que Alonso celebró su 24 cumpleaños con el sexto mejor crono de cuantos correrán el domingo.

El brasileño Ricardo Zonta, probador de Toyota, y el austríaco Alex Wurz, que lo es de McLaren Mercedes, marcaron los mejores tiempos de la jornada, que se registraron en la segunda de las dos sesiones libres, en la que el líder del Mundial logró el octavo mejor crono, el sexto de cuantos competirán el domingo en el Gran Premio de Hungría, la décima tercera carrera del año, en la que Alonso podría dar un paso decisivo en su afán por convertirse en el piloto más joven de la historia en ganar el Mundial de F-1.

Zonta, que ayer viernes cenó junto a los enviados especiales españoles y los de su país en el circuito de la capital húngara, cubrió -en la mejor de sus vueltas- los 4.831 metros del Hungaroring en un tiempo de un minuto, 20 segundos y 409 milésimas, 872 menos que su jefe de filas, el finlandés Kimi Raikkonen.

Kimi fue tercero en la segunda sesión, pero el mejor de cuantos acelerarán el domingo en la pista talismán de Alonso, en la que hace dos años se convirtió en el más joven de todos los tiempos en ganar una carrera en la categoría reina del motor y donde el año pasado subió de nuevo al podio, al concluir tercero.

Entre el finés, que dio 25 vueltas en total, y su compañero colombiano Juan Pablo Montoya -que giró 24, fue sexto en el segundo ensayo y cuarto entre los pilotos oficiales- se "colaron" los dos conductores de Toyota, el italiano Jarno Trulli -compañero de Fernando el año pasado en Renault- y el alemán Ralf Schumacher, en una jornada que, como es habitual los viernes, no fue del todo concluyente y en la que también fueron rápidos los Ferrari y los BAR-Honda, sobre todo en la primera sesión.

Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo y que hace unos días anunció que la consecución del octavo título no es factible este año, fue quinto en el primer acto -dominado por Wurz y en el que Alonso fue duodécimo-, antes de sufrir un problema eléctrico en el segundo que no le permitió completar siquiera la primera vuelta.

Su compañero Rubens Barrichello, segundo en la sesión matinal, fue el séptimo en la vespertina -por detrás del sexteto integrado por las familias McLaren y Toyota-, en la que se salió de pista al final cuando probaba un nuevo tipo de reglaje que, como él mismo indicó, obviamente, no era el óptimo.

Fernando, que el domingo -cuando está previsto que se den 67 vueltas a la pista de las afueras de Budapest, para completar un recorrido de 306,6 kilómetros- defenderá 36 puntos de ventaja frente al nórdico de la flecha de plata, en la primera de las siete pruebas que le quedan al Mundial 2005, se centró, sobre todo y como es habitual, a probar neumáticos.

Dio diez vueltas en la primera sesión -su tiempo, de 1:23.833, fue el duodécimo- y recolectó la mayor parte de los datos en la segunda, en la que superó los 84 kilómetros al volante. El mejor de sus 21 giros lo completó en un minuto, 22 segundos y 473 milésimas.

El genial piloto del Principado de Asturias no las tiene todas consigo para lograr una "pole" que prácticamente le aseguraría un nuevo triunfo, en un circuito en el que es harto difícil adelantar, y según explicó tras concluir los entrenamientos, se conformaría con ser tercero o cuarto en la calificación.

A su compañero italiano Giancarlo Fisichella, decimocuarto en la primera sesión, también se le paró el bólido en la segunda, en la que completó, no obstante, otras 21 vueltas que podrán aportar más información al equipo líder del Mundial de constructores y que dirige su compatriota Flavio Briatore.

El propio Briatore encendió personalmente las 24 velas de la deliciosa tarta de chocolate con la que el equipo agasajó al líder del Mundial en una breve fiesta sorpresa que tuvo lugar en el box de Renault. Fernando, que bromeó con su jefe, no tuvo mayores problemas para apagarlas de un solo soplido. El Pelayo de las cuatro ruedas demostró que de pulmones también anda fuerte.
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