ROMA.- El Milan salió al campo con la decisión de borrar la pobre actuación de la pasada jornada y no perdonó al Siena, imponiéndose con un merecido 3-1 gracias a una gran actuación del ucraniano Andriy Shevchenko y un espléndido gol del brasileño Kaká.
El técnico del Milan, Carlo Ancelotti, eligió un equipo muy adelantado, con Shevchenko, el nuevo talento italiano Alberto Gillardino y un centrocampista ofensivo como el portugués Rui Costa.
La nueva pareja Shevchenko-Gillardino pareció funcionar a la perfección, y de las botas de ambos jugadores comenzaron a llegar jugadas con peligro. En el minuto 15, el ucraniano "balón de oro" superó la defensa del Siena y entró en el área, donde dejó un balón fácil a Massimo Ambrossini, que remató sin problemas, inaugurando el marcador local.
Gillardino seguía creando peligro pero sin demasiada puntería y fue de nuevo Shevchenko, en el minuto 31, quien aprovechando una balón muerto cerca de la línea del área grande, lanzó un poderoso tiro, imparable para el portero del Siena, Antonio Mirante, y colocó un 2-0 para los "rossoneri".
El Milan demostró en el primer tiempo un juego casi impecable y sólo en las acciones a balón parado los locales mostraban algunas dificultades. En una de estas ocasiones, en el minuto 45, en un corner lanzado por el veterano Enrico Chiesa, el Siena acortaba distancias con un remate de cabeza del croata Igor Tudor (2-1).
Durante el segundo tiempo, Ancelotti prefirió dar descanso a alguno de sus hombres de cara al partido de Liga de Campeones del martes contra los turcos del Fenerbahce y sustituyó al holandés Jaap Stam por el brasileño Cafú, en el minuto 51’, y a Rui Costa por la estrella brasileña Kaká, en el 74’.
El juego se volvió algo nervioso con los jugadores de ambos equipos bastante cansados. El entrenador del Siena, Luigi De Canio, no se dio por vencido y sustituyó al defensor Francesco Collonesse por el delantero Massimo Marrazzina, pero sin conseguir resultados.
Cuando parecía que el Milan se había conformado con el resultado y el Siena seguía sin crear peligro, apareció el brasileño Kaká, que convirtió un gol espectacular que dejaba sentenciado el encuentro con un definitivo 3-1. El tanto del brasileño será, con seguridad, uno de los goles más bellos de este campeonato, ya que entró en el área regateando a cuatro adversarios y después, con precisión, con el pie izquierdo y con un tiro desde siete metros colocó el balón en el único punto donde no podía alcanzarlo Mirante.
