CIUDAD DE PANAMÁ.- El presidente de la Confederación Panamericana de Béisbol (COPABE), el panameño Eduardo De Bello, reconoció que Panamá podría ser sede alternativa para garantizar la participación de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol, en marzo de 2006, luego que Estados Unidos pusiese problemas para la presentación de los isleños.
De Bello declaró a la radioemisora local RPC Radio que el veto impuesto por Washington, para impedir la asistencia de Cuba al torneo en Puerto Rico, es "muy lamentable", porque afecta el desarrollo global del deporte.
El Departamento de Estado norteamericano negó el visado a los jugadores cubanos para que viajen a Puerto Rico, Estado Libre Asociado, con el pretexto de que Cuba obtendría ganancias económicas por su desempeño en la eliminatoria.
Puerto Rico es una de las cuatro sedes previstas para el Clásico. En la isla jugarían los invitados del Grupo C: las novenas de Panamá, Holanda, Cuba y el elenco anfitrión.
Debido a los obstáculos políticos y migratorios, la Major League de béisbol estadounidense habría propuesto a la Liga Nicaragüense de Béisbol Profesional sustituir a Cuba.
Sin embargo, De Bello abogó por el respeto a la dignidad de los países y la preservación de los principios e ideales olímpicos.
"Creemos que la medida (de exclusión impuesta por Estados Unidos) no es saludable ni buena para el deporte en términos generales", apuntó el dirigente deportivo panameño, quien abogó por un camino justo para salvar el evento.
Las declaraciones de De Bello se produjeron luego de que el presidente de la Federación de Béisbol Aficionado de Puerto Rico, Israel Roldán, solicitó a la Federación Internacional de Béisbol (IBAF) que retire a la isla como una de las sedes del Clásico.
Roldán dijo que la solicitud se sustenta en que Estados Unidos violó la Carta Olímpica, al negarle el permiso a Cuba, que había ganado el derecho a participar en el compromiso.
Al respecto, De Bello recalcó que el deporte es una actividad dirigida a unir a los pueblos en forma amistosa y pacífica, por lo que no pueden ser aceptadas posiciones divisionistas introducidas frente a Cuba, una de las potencias mundiales en el béisbol.
El intento de impedir la participación de los cubanos en el Clásico provocó diversas reacciones internacionales.
La Federación Cubana de Béisbol confirmó su plena disposición a participar en el compromiso deportivo y condenó el bloqueo a sus peloteros, quienes no compiten por dinero.
Asimismo, planteó que Cuba destinaría sus ganancias en el evento a los damnificados del huracán "Katrina", que devastó este año la ciudad estadounidense de Nueva Orleans.
El presidente de la Federación Venezolana de Béisbol, Edwin Zerpa, advirtió que si Cuba no juega, los venezolanos no competirán en el Clásico.
