LONDRES.- Incluso Roger Federer, el número uno del mundo y "chico bueno" del circuito lo ha admitido: se llevó en su bolsa varias de las codiciadas toallas del torneo de Wimbledon.
La "desaparición" de toallas ha animado los últimos días del torneo de Wimbledon, después de que los hermanos estadounidenses Bob y Mike Bryan, campeones del cuadro de dobles, revelaran en su "blog" de internet que las toallas multicolor son muy apreciadas entre los competidores.
El All England Tennis Club admitió que alrededor de la mitad de las 5.000 toallas dispuestas para el torneo han desaparecido durante las dos semanas de juego. Considerando que cada una tiene un valor de 45 dólares, se estima que las pérdidas alcanzan los 112.000 dólares.
"Esas toallas tienen una larga tradición en Wimbledon y los jugadores han cogido la costumbre de robar tantas como pueden y luego hacen con ellas grandes regalos", escribió Bob Bryan, que se embolsó más de 400.000 dólares en premios por ganar los dobles junto a su hermano gemelo.
"En cada partido hay dos nuevas toallas en el asiento de cada jugador. Cuando el partido acaba, los recogepelotas tratan de quedarse con ellas, pero si uno las mete en su bolsa y corre, son suyas", agrega con humor el estadouidense.
Federer no pudo mentir cuando se le preguntó sobre este hecho. "Lo he hecho alguna vez", confesó el suizo, que ha ganado ya en su carrera 24 millones de dólares en premios. "Tengo una gran colección en casa, es un buen regalo", bromeó.
"Sólo las conseguimos en la cancha, no en el vestaurio. Creo que es porque si las dejaran también en los vestuarios, pronto no quedaría ninguna", añadió.
Los organizadores del torneo, mientras, se hacen los ciegos ante los costosos hábitos de los jugadores, pero pide a los jugadores que no se queden con las toallas.
