BARCELONA.- Un efectivo Barcelona ganó 3-0 al colista Nastic de Tarragona y conquistó virtualmente el título honorífico de "campeón de invierno" en la Liga española al término de la primera vuelta.
El equipo de Frank Rijkaard venció, pero no convenció. Volvió a jugar mal, aunque nunca peligró su triunfo, el primero desde el 9 de diciembre. Los goles de Javier Saviola, Ludovic Giuly y Andrés Iniesta le permitieron terminar la decimonovena jornada igualado a 38 puntos con el Sevilla, aunque con mejor "goal-average" y un partido menos.
Al conjunto catalán sólo se le podría escapar el título honorífico de media temporada en el improbable caso de que el Betis lo venza por seis goles de diferencia en el choque pendiente que ambos librarán el miércoles. En ese hipotético caso, el Sevilla sería el "campeón de invierno".
El partido tuvo poquísima calidad a pesar de la pequeña "revolución" acometida por Rijkaard, que dejó en el banquillo al mexicano Rafael Márquez y situó a Saviola como delantero titular. El argentino devolvió la confianza a su entrenador a los 17 minutos, cuando aprovechó un regalo de la defensa visitante para superar a Albano Bizarri desde cerca.
El Barcelona no volvió a tirar a portería hasta los 65 minutos, cuando Oleguer obligó a intervenir a Bizarri. Un minuto después Rijkaard quitó del campo a Saviola y la hinchada dedicó un clamoroso abucheo al entrenador holandés. A los 67 minutos llegó la sentencia tras una jugada muy confusa. Ronaldinho centró, Gudjohnsen remató, Bizarri rechazó, Mingo despejó al larguero de su propia portería y Giuly mandó el balón a la red.
A falta de buen juego, el Barcelona ofreció goles y completó su triunfo a los 80 minutos. Ronaldinho entró en el área, Bizarri detuvo su avance y Andrés Iniesta empujó el balón a la red. El Camp Nou vio más goles que espectáculo.
