Bravo no pudo impedir el triunfo de Barcelona en San Sebastián

SAN SEBASTIAN, España.- Barcelona consiguió en Anoeta una victoria cómoda (2-0), con un fútbol sólido, que le permite mejorar las malas estadísticas de las últimas semanas fuera de su feudo, al tiempo que hunde un poco más a una Real Sociedad voluntariosa y que cada jornada que pasa se acerca más a la segunda división.

Los donostiarras salieron un tanto acomplejados ante el líder y sus tímidos intentos por llegar a la portería de Valdés morían pasando la raya del centro del campo, en su pretensión de nadar y guardar la ropa que cerca estuvo de quedar en nada a los cinco minutos de juego, si hubiera computado un gol anulado a Xabi por un fuera de juego que lo fue por centímetros.

Miguel Angel Lotina preparó para la ocasión una alineación revolucionaria para frenar al equipo catalán, con un central como Mikel González convertido en lateral, López Rekarte abandonando la defensa para ser centrocampista después de muchos años y una imagen de desorganización general que se compensó con un espíritu de lucha y seriedad defensiva propia de otras épocas de mayor brillo.

Con ese esquema, la Real al menos creó bastantes apuros al Barcelona en la primera mitad. El conjunto catalán, sin embargo no tenía excesivos problemas para controlar el ritmo del encuentro, esperaba su momento para romper el partido y, casi siempre con Iniesta conduciendo su fútbol de ataque, estuvo próximo a lograrlo en el minuto 20 en un intencionado remate de Eto'o que no sorprendió a Claudio Bravo.

La mejor oportunidad para el equipo de Frank Rijkaard en el primer tiempo para haber desequilibrado el choque llegó en el minuto 27, gestada por una jugada de fantasía de Ronaldinho con la que rompió la línea defensiva local para asistir de forma preciosista a Xabi pero éste, en el mano a mano con Bravo, no acertó a superar al excelente guardameta chileno.

Iniesta también tendría su opción de marcar en el minuto 33, aunque en esa oportunidad fue Mikel González el que despejó en el último momento.

No esperaría mucho más el Barcelona para encarrilar el partido porque, a los dos minutos de volver de vestuarios, llegaba el 0-1, obra de Iniesta al recibir una gran asistencia de Ronaldinho con la que éste daba continuidad a una de las escasas aportaciones positivas de Messi, menos activo de lo habitual.

Bravo, unos instantes después, impidió con una gran intervención a disparo de Eto'o que el partido perdiera la poca emoción que le quedaba con esa mínima ventaja culé, dada la diferencia de calidad entre ambos equipos, que reflejaban sobre el terreno de juego sus respectivas posiciones en la tabla clasificatoria.

Lotina se jugó en el último cuarto de hora el todo por el todo, ya que este resultado casi condena a su equipo a segunda división, y jugó hasta con cuatro delanteros, lo que aprovechó el Barcelona para dejar finiquitado el partido con el gol, a tres minutos para el final, de Eto'o.