ROMA.- El español Rafael Nadal confirmó su excelente tenis ante un difícil rival como Novak Djokovic, al que derrotó por 6-2 y 6-3, en 1 hora y 40 minutos, igualando el récord de 75 triunfos seguidos sobre una misma superficie del estadounidense John McEnroe y pasando a las semifinales del Masters Series de Roma.
En semifinales Nadal se medirá con el ruso Nikolay Davydenko, que previamente había derrotado al español Tommy Robredo, por 1-6, 6-3 y 6-3.
Nadal, con su triunfo de hoy ante Djokovic eleva a 75 su récord de encuentros consecutivos ganados sobre tierra batida, e iguala en récord total sobre cualquier superficie que tenía con 75 John McEnroe (septiembre 1983-abril 1985), aunque el americano lo logró sobre pista sintética.
Además, curiosamente, lo hizo teniendo como testigo excepcional al propio McEnroe, que siguió el partido en la pista, en la primera fila de la ubicación de los fotógrafos y en compañía de Carlos Moyá.
El primer set fue perfecto por parte de Nadal: demolió con sus golpes en los intercambios a Djokovic y estuvo seguro con su servicio (su rival sólo hizo cinco puntos y únicamente contó con una ocasión para el quiebre). Además alternó drops con voleas dignas de todo un especialista en la red.
No es extraño que, rompiendo el saque de Djokovic en el primer juego, Nadal se hiciera con el primer set por 6-2, volviendo a quebrar el saque rival en el séptimo. Y ello pese a que el serbio lo puso muy difícil y jugó al máximo posible. Pero Nadal rayó la perfección, terminando con 17 puntos ganadores y sólo 5 errores no forzados.
La segunda manga fue equilibrada. El saque de Djokovic hizo más daño a Nadal y ello, acompañado de buenos golpes, le mantuvo en el partido. El español, con su servicio, tampoco pasó grandes apuros y supo esperar pacientemente su oportunidad sobre el del serbio.
Llegó en el séptimo juego, en que aprovechó la primera de las dos bolas de rompimiento que dispuso (15-40). Luego, siguió firme con su saque y cerró sobre el de Djokovic, dejándole en blanco en ese juego.
Nadal sigue sumando récords, acercándose a su tercer título seguido en Roma (algo que nadie ha conseguido consecutivamente) y evidenciando que, hoy por hoy, sigue siendo imbatible sobre la arcilla.
