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La UC del "Fantasma": Una radiografía del líder del Clausura

El equipo de la franja, colectivamente, es el más sólido del torneo. Es el menos goleado y el más goleador. Todo fruto de la coherencia de los dirigentes y el trabajo de Marco Antonio Figueroa.

25 de Septiembre de 2009 | 13:33 | Andrés Escobar Moraga, El Mercurio Online
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Figueroa ha sido criticado e, incluso, la hinchada ha pedido su salida. Pero el tiempo le ha dado la razón al ''Fantasma'' y a la UC.

David Velásquez, LUN.

SANTIAGO.- A Marco Antonio Figueroa se le pueden criticar muchas cosas. Es un tipo que no pasa desapercibido, eso es claro. Es un hombre directo, mediático –o mediatizado, si se prefiere-, gritón, frontal, histriónico, visceral. No es novedad, era así cuando jugaba y es así ahora que entrena.


Pero las características más destacables de Figueroa –visto como DT- se pueden reducir en dos sustantivos: pasión y trabajo. Esos son los pilares de la campaña de la UC del Clausura.


Cuando el ex delantero aterrizó en San Carlos de Apoquindo, el hincha cruzado esperaba resultados inmediatos. Pero estaban muy equivocados, a pesar del contundente 4-0 que alcanzaron en el debut ante Municipal Iquique.


Figueroa llegó con un plan ofensivo y aguerrido, pero sobre todo, un plan que necesitaba trabajo. Durante el Apertura, Católica invirtió en ese aspecto y para eso, a veces, hay que sufrir. El equipo de la franja supo de discusiones internas que se hicieron públicas, vio cómo había partidos en que su defensa hacía agua –recordemos el 1-3 ante O’Higgins, por mencionar uno- y otros en que no le hubiera hecho goles ni siquiera al Arco del Triunfo. Y el Fantasma se enojaba, gritaba, peleaba. Pero seguía trabajando.


Luego de seis meses, la cara de la UC cambió. Figueroa sabía lo que sobraba y lo que faltaba y trajo a refuerzos que han rendido. Hoy, el conjunto estudiantil es puntero y el único invicto del Clausura. Y hay más: es el cuadro más goleador y el menos goleado. Y, de momento, el que tiene los circuitos más aceitados del torneo.


Una cosa de fondo


La última línea es el primer soporte del juego de la UC. Se pensó que la lesión de Facundo Imboden sería un problema. Pero fue una solución. Católica ganó en velocidad. Hoy, tiene una zaga dinámica y de buena técnica. También tiene juego aéreo y una excelente coordinación. Es un equipo. Hans Martínez y Mauricio Zenteno tienen buen timming en los cruces y saben salir jugando, aunque, por lo general, se mantiene atrás. No así Marcos González, que sube constantemente, sobre todo para aportar con su buen cabezazo. Los defensores cruzados salen rápido y se repliegan con facilidad y cuentan con Jorge Ormeño para tapar hoyos. Además, la contratación de David Henríquez le ha dado margen a Figueroa. Cada vez que el ex Colo Colo ha jugado, el fútbol defensivo ha mantenido su eficiencia.


El arco merece mención aparte. Christopher Toselli era el llamado a convertirse en el dueño del pórtico cruzado. Pero Figueroa dispuso que, al principio del Apertura, Paulo Garcés y el juvenil rotaran. El proceso terminó con la pésima tarde del hoy titular ante O’Higgins, en Rancagua. Pero habría revancha, pues tras la lesión de Toselli, el "Fantasma" tuvo que reinstalar a Garcés bajo los tubos. Y el meta no se movió más. El uno cruzado debe ser uno de los tres mejores arqueros del torneo nacional. Es seguro, sobrio, rápido y plástico.


No por nada, la UC sólo registra 4 goles en contra en once partidos.


El motor y los goles


Desde que llegó Figueroa, se pensó que la UC tenía un problema grande. No por el técnico, sino por los delanteros que había pedido. Ni Caggiano ni Palacios ni Ibarrola eran capaces de meterla adentro. El hincha se impacientaba. Sufría. Figueroa gritaba y se enojaba. La mayoría de los pocos goles que Católica marcó en el Apertura llegaron de la mano de Mirosevic y Toloza. Y el "Fantasma" cortó cabezas y llamó a Roberto Gutiérrez y Rodrigo Mannara para reforzar el ataque. Sin embargo, los delanteros cruzados siguen mostrando un nivel goleador bajo.


La clave del juego de los universitarios está en los desdoblamientos en el mediocampo y en el tándem que ejecutan sus volantes con los arietes, sobre todo con Mannara. La "Furia" se mueve por los costados, se retrasa, pica desde atrás, la aguanta y pocas veces se encuentra en posición de definir. Pero arrastra marcas y genera espacios y ahí aparecen Toloza, Mirosevic, Díaz, González y, a veces, Gutiérrez.


Figueroa salta a la cancha con cinco volantes. Ormeño y Valenzuela son los únicos que trabaja relativamente "quietos", en un sector definido. El calvo defiende, cubre espacios, recupera y la pasa; el lateral corre por la banda derecha, todo el partido. Las veces que ha entrado Leonel Mena, se dedica a realizar el mismo trabajo que Valenzuela, pero por la izquierda, y la evaluáción es buena.


Mirosevic y Toloza se mueven por todo el medioterreno. Es cierto, uno más cargado a la derecha y el otro a la izquierda, pero suben, bajan, se cierran y abren. Un poquito más arriba, Damián Díaz. la llegada del argentino ha sido un aporte, luego del feble paso de Damián Luna. Díaz es rápido, movedizo e incisivo. Arrastra marcas y genera espacios, tiene visión de juego. Y Figueroa, sabe explotar esas características. Díaz es el diez. Pero un diez a lo "Fantasma".

El reloj biológico

Históricamente, Italia espera, defiende, aguanta y pega el zarpazo. El Chile de Bielsa es adrenalina pura, vértigo, velocidad, asfixia, recuperación y pique. Cada equipo con un sistema de juego definido, trabajado y logrado tiene sus tiempos. El equipo de Figueroa también y es una de las piezas fundamentales –e invisibles- del éxito de su fútbol.


Cuando el rival comienza a jugar desde atrás, la UC espera. La primera línea (Gutiérrez, Mannara, Díaz, Toloza) parte en tres cuartos de cancha y aprieta poco. La segunda línea (Mirosevic, Valenzuela, Ormeño) intenta asfixiar y la última es la que, normalmente, recupera la pelota.


Minuto cero. Católica empieza a rotar el balón en espacios cortos. Mirosevic y Valenzuela, Valenzuela y Mirosevic, Mirosevic y Díaz. Ahí se produce un momento muerto. Las miradas están en la pelota y el argentino la aguanta, la amasa, encara y retrocede. Fuera del tiro de cámara, Valenzuela gana las espaldas de la defensa por derecha, Toloza se ubica al borde del área, por la izquierda, Mirosevic espera detrás de Díaz, Mannara corretea y Gutiérrez se come las marcas dentro del área.


Cambio de ritmo. Díaz abre con Valenzuela, línea de fondo, Díaz se mete al área, Mannara también, la defensa desespera y los persigue. Valenzuela saca el centro atrás, llega solo Toloza y remata.


Recuperación, pausa, Católica mece la cuna del rival, el rival duerme, suena el despertador y la UC ya está en la cocina, los defensores somnolientos intentan tapar espacios que la ofensiva no ocupa y deja abiertos los flancos que el "Fantasma" pensó. Y ahí llega el gol. Y no lo hace un delantero.

- De los 24 goles marcados, siete son de Toloza, seis de Díaz y tres de Mirosevic. Recién ahí aparecen los arietes: dos de Gutiérrez y dos de Mannara. Audax sigue a la UC con 19 goles.

- Los goles recibidos son sólo 4, Everton es la segunda valla menos batida con 8.

- Durante el segundo torneo del año, los de la franja tienen un rendimiento de 75,75%.

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