SANTIAGO.- Si alguien está con depresión o pasa por un mal momento personal, basta con darse una vuelta por la prensa uruguaya para levantar el ánimo. Para empaparse de optimismo y disfrutar con la alegría de un pueblo.
Y es que a un equipo acostumbrado al éxito como Peñarol se le había olvidado lo que era ser protagonista, pero en esta Copa Libertadores recuperó la memoria, tras 24 años.
Además de loas para los carboneros -"enorme", "de los más grandes del continente", "precisos", "dinámicos", "tercer gol glorioso"- los medios charrúas tuvieron mucho que decir de Universidad Católica, el antagonista de esta linda historia para los orientales.
El portal
Quenonino destacó que "la ambición fue letal. Dejó espacio para la contra, el lugar donde Peñarol pega mejor, como ningún otro equipo en esta Libertadores. Aguiar y su exquisita pegada hicieron una parte, el pobre de Garcés hizo otra y Estoyanoff, héroe emocionado, la completó".
Pero también aplaudieron la templanza y juego de los cruzados: "Sabe tocar la Católica. Lo mostró en Montevideo, lo confirmó en Santiago. Juega con la frescura de no importarle mucho el mañana. Da esa sensación. Así, como quitándose la presión de encima, logró ponerse 2-0 y tener la serie bien balanceada a su favor". De ahí, obvio, viene la debacle.
En tanto,
Ovación criticó lo poco que propuso el equipo de Pizzi. "La Católica nunca asfixió a Peñarol. Tuvo más tiempo la pelota, es cierto, pero lateralizó su juego, tocó corto y las "puñaladas" que intentó meter el veterano y cerebral Mirosevic murieron en los pies de Guillermo Rodríguez o Valdez", publican.
Y agregan: "La Católica, fiel a su estilo, no tiró siquiera un pelotazo. Sin salirse del libreto, llegó al segundo gol a los 68` cuando el recién ingresado, Gutiérrez, recibió la pelota en el borde del área y sacó un fuerte remate que empató la serie. 'Que se levanten los cruzados', pidió la hinchada y el estadio vibró. Pero el equipo no".
