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La falta de equilibrio que complica a los equipos dirigidos por Ivo Basay

Los elencos del "Hueso" poseen una propuesta ofensiva, pero esto le ha provocado sufrir goleadas estrepitosas ante equipos como el Colo Colo de Diego Cagna y Américo Gallego, y la U de Jorge Sampaoli.

22 de Agosto de 2011 | 13:30 | Por Felipe Lagos Barahona, Emol
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Ivo Basay dirigiendo en el Monumental, una imagen que parece pronto se va a repetir seguido.

El Mercurio

SANTIAGO.- Una de las principales razones por la cual Ivo Basay es el gran candidato para asumir como técnico de Colo Colo es el juego ofensivo y agresivo que le da a sus equipos.

Desde la salida de Claudio Borghi que los albos no han mostrado un juego ultraofensivo que llame la atención de la hinchada. Incluso, entrenadores que lograron un campeonato como Hugo Tocalli tuvieron que dejar el club por tener un fútbol muy "conservador" y "pragmático" en sus planteamientos.

Los últimos dos entrenadores también fueron cuestionados por su falta de audacia en ataque. En el caso de Diego Cagna nunca encontró una forma de juego clara, mientras que Américo Gallego no pudo alcanzar el óptimo nivel en un equipo que carecía de alternativas de ataque y estabilidad mental.

Basay se caracterizó por ser un delantero con carácter y fuerte personalidad, que no tenía problemas para demostrar sus reales sensaciones sin importar la reacción de otros. Sus equipos representan exactamente su actitud: son muy agresivos y presionan mucho en todos los sectores del campo, pero tienen un problema grave: su falta de equilibrio.

Los equipos del "Hueso", como quedó demostrado en Unión San Felipe y O'Higgins, sus últimos dos clubes, presentan mucha fragilidad en el fondo y por eso sufren numerosas goleadas cuando le toca enfrentar a rivales de mayor categoría.

El vaivén de San Felipe

Ivo Basay llegó a mediados del 2010 al "Uni-Uni" para reemplazar al argentino Gustavo Cisneros y dirigir a los aconcagüinos en la Copa Sudamericana.

De inmediato planteó un 4-2-3-1 con dos jugadores por las bandas que se convertían en punteros (Esteban Carvajal y David Distéfano), apoyando la labor creativa del "Mágico", Miguel Ángel González y del delantero Luis Ángel Vildozo.

Sin embargo, quedó expuesta la falta de equilibrio defensivo, ya que Basay colocaba como volantes centrales a Sebastián Páez y Juan Toloza, dos hombres más acostumbrados a crear que a destruir, dejando huérfanos a los cuatro defensores (Cristián Magaña, David Fernández, Cristián Suárez y Eros Pérez).

En uno de sus primeros encuentros, San Felipe sucumbió 5-2 ante el Colo Colo de Diego Cagna en el Monumental, facilitándole la tarea a los albos, quienes no pasaban por un buen momento en ese instante, a pesar de ser punteros del torneo.

Y en la Copa Sudamericana, los aconcagüinos también sufrieron una estrepitosa goleada ante Liga Deportiva Universitaria de Quito por 6-1, que significó la eliminación tras una gran victoria por 4-2 en la ida en Santa Laura.

Además, en el certamen local tampoco pudo hacer mucho ante rivales calificados en casa: 1-2 ante la Universidad de Chile, 1-3 ante el campeón Universidad Católica y 2-4 ante el copero Unión Española.

Si bien, el elenco sanfelipeño terminó en un honroso octavo lugar en el campeonato 2010, sobre el final decayó y perdió su puesto en la liguilla de Copa Libertadores, que mantuvo por gran parte de la segunda rueda.

Irregular en O'Higgins

Tras su paso por el Valle del Aconcagua, Basay recaló en O'Higgins, un equipo que tiene una hinchada que hace años espera un título. El "Hueso", con un plantel más amplio y rico en comparación a lo que tuvo en San Felipe, tomó más riesgos y ahora colocó desde el principio un claro 4-3-3.

Con Guillermo Suárez, Juan Gonzalo Lorca y Enzo Gutiérrez como delanteros netos, más el apoyo de un renacido Boris Sagredo, los celestes se convirtieron en una amenaza para las defensas contrarias.

La vocación ofensiva de los rancagüinos se notó desde el principio, pero los mismos errores cometidos en San Felipe se hicieron patentes durante el transcurso del Apertura.

Los costos de descuidar el fondo le pasaron la cuenta jugando como local. En diez encuentros como anfitrión, sólo ganó dos partidos, igualó cuatro y perdió los restantes.

La historia fue un tanto diferente en condición de visitante, exhibiendo un rendimiento casi impecable. En once duelos, ganó siete (obtuvo seis triunfos seguidos) y perdió cuatro. Pero ese casi hay que resaltarlo en grande, porque dos de esas caídas fueron estrepitosas.

Una fue ante el mismísimo Colo Colo de Américo Rubén Gallego. Catalogado de "defensivo" por muchos, el cuadro del ex DT argentino igual se dio el lujo de golear por 5-1 a los rancagüinos en el estadio Monumental.

Pero el golpe letal fue la goleada que le propinó Universidad de Chile en la semifinal de vuelta del Apertura por 7-1. Allí el equipo de Jorge Sampaoli expuso todas las debilidades defensivas de los celestes y si se atrevían podrían haber marcado más goles.

En el inicio del Clausura, O'Higgins ha mantenido su tónica. Comenzó ganando sin problemas a San Felipe (3-0) y Santiago Morning (2-1) en casa, pero en los últimos dos partidos se dejó empatar por Palestino (ganaba 2-0) y Ñublense (1-1).

Los problemas de equilibrio de los equipos de Basay son los mismos que complican actualmente a un Colo Colo que a pesar de mostrar una leve mejoría en el segundo tiempo ante San Felipe, paga muy caro sus desinteligencias defensivas. Tal como le pasa, normalmente, al "Hueso", el principal candidato para llegar a la banca del Cacique.

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