La presidenta de Brasil Dilma Rousseff.
Reuters
PORTO ALEGRE.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dio hoy un simbólico puntapié inicial en el estadio del Internacional de Porto Alegre, el Beira Rio, que será inaugurado oficialmente en abril próximo, según confirmó hoy el gobierno.
Participaron además de la ceremonia el secretario general de la FIFA, Jérome Valcke; el ministro de Deportes, Aldo Rebelo, y el ex jugador y actual miembro del comité organizador del Mundial Ronaldo, entre otras autoridades de los gobiernos municipal y provincial.
En la inauguración simbólica, la presidenta le pasó la pelota al capitán e ídolo del "Colorado", el mediocampista Andrés D'Alessandro, quien, en una curiosa paradoja futbolística, es argentino.
El ahora llamado por la hinchada "Gigante de Beira Rio" será inaugurado oficialmente a comienzos de abril próximo, en fecha a definir.
Según informó hoy el gobierno, el Internacional se dedicará hasta abril próximo a ajustar los últimos detalles de su flamante campo, que tiene capacidad para 50.000 personas y en cuya modernización fueron invertidos 330 millones de reales (unos 140 millones de dólares).
El estadio le dio un susto la semana pasada a la FIFA, cuando el presidente del Internacional, Giovanni Luigi, advirtió que podría quedar fuera del Mundial ya que el club no estaba dispuesto a asumir los costos de las estructuras provisionales, que abarcan áreas de prensa, energía, información y seguridad, y tienen un costo estimado en 30 millones de reales (unos 12,7 millones de dólares).
No obstante, dirigentes del club y representantes de la alcaldía de Porto Alegre y del gobierno de Rio Grande do Sul llegaron a un acuerdo el miércoles para resolver el problema.
El estadio recibirá cinco partidos durante el Mundial: Francia-Honduras, Holanda-Australia, Argelia-Corea del Sur y Argentina-Nigeria en la fase de grupos y un duelo de los octavos de final del torneo.
