SANTIAGO.- El presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Ricardo Ariztía, criticó hoy la falta de un proyecto país que nos permita retomar la senda de crecimiento observada en la década de los 90.
"El desempeño económico de Chile en el último tiempo no se condice con las expectativas que se habían generado. La tan esperada reactivación se niega a aparecer y no se vislumbran sectores productivos que se puedan hacer cargo de nuestro crecimiento", dijo Ariztía al participar en el foro empresarial "¿Cómo viene el 2001?", organizado por ICARE y que se desarrolla en CasaPiedra.
Indicó que el resultado del diagnóstico nacional e internacional no es nada promisorio, lo que ha sumido a Chile en una crisis de expectativas donde los ánimos están deprimidos y la desconfianza abunda.
Por tal motivo, el dirigente señaló que es esencial cambiar la actitud y realizar un cambio de giro que "nos permita dejar atrás la complicada situación por la que se atraviesa y retomar este año el camino del alto crecimiento".
"Lo que nos hace falta con urgencia son decisiones rápidas y audaces por parte de la autoridad y señales claras y rotundas que permitan recuperar la confianza perdida de los consumidores e inversionistas", expresó.
Al respecto, sostuvo que el primer ingrediente de la receta es avanzar rápido en la modernización del Estado para lo cual las privatizaciones constituyen un tema fundamental.
"Llamamos al gobierno a atreverse a iniciar privatizaciones de envergadura que incluyan a todas las empresas estatales como Enap, Correos, Enami, Puertos e incluso Codelco. Los cerca de US$ 30.000 millones que valen estas empresas podrían servir para solucionar gran parte de los problemas del país... No hay análisis técnico que resista la reciente decisión del Presidente Lagos de descartar un plan de privatizaciones", manifestó.
Ariztía añadió que la participación del sector privado a través de concesiones se vuelve fundamental, especialmente en carreteras, aeropuertos, puertos y cárceles, entre otros.
No obstante, precisó que junto con privatizar es necesario perfeccionar el sistema de regulaciones y que se reorienten los criterios de fiscalización en aquellos servicios públicos que no se privaticen.
Como segundo ingrediente, Ariztía mencionó la profundización de la reforma al mercado de capitales, a través de la creación de una bolsa emergente, la eliminación del impuesto de Timbres y Estampillas en la reprogrmación de crédito, la concepción de multifondos de renta variable de pensiones, la ampliación de los límites de inversión de las AFP en el extranjero, y la eliminación del impuesto a las Ganancias de Capitales.
"No entendemos el motivo de anunciar proyectos que después se demoran meses en darse a conocer y años en implementarse", subrayó.
Por otra parte, el dirigente puntualizó que se debe materializar a la brevedad la suscripción de un tratado de libre comercio con Estados Unidos, que traiga beneficios sustanciales para el país.
Con respecto a las Reformas Laborales, afirmó que existe una incoherencia entre lo que el gobierno dice buscar y cómo pretende alcanzarlo, ya que la nueva legislación sólo rigidiza el mercado del trabajo.
En cuanto a las reglas tributarias, señaló que si bien se comparte con la necesidad de combatir la evasión, no se pueden impulsar normas que busquen aumentar la carga impositiva de las empresas.
"Consideramos apropiado fomentar la reinversión de utilidades de las empresas a través de un tratamiento tributario diferenciado entre las utilidades retiradas y devengadas", dijo.
Finalmente, Ariztía manifestó que el 2001 "no se nos puede pasar en asuntos meramente electorales, por importantes que éstos sean... La tarea para el 2001 está planteada y cumplirla a cabalidad nos permitirá enfrentar más tranquilos los desafíos del futuro... El gobierno debe saber que el sector privado es su mejor aliado y que sin la contribución de los empresarios, la agenda del 2001 será una tarea difícil de realizar".
