EMOLTV

De la Rúa enfrenta protestas sociales 24 horas antes de paro general

La mayor protesta fue convocada por un numeroso sector disidente de la principal central obrera argentina -la Confederación General del Trabajo-, que movilizó a unas 4.000 personas frente al Congreso en el centro de Buenos Aires contra lo que calificó como una "confiscación de los salarios y ahorros".

12 de Diciembre de 2001 | 16:36 | Reuters
Protestas frente a la Casa RosadaBUENOS AIRES.- El gobierno argentino enfrentó este miércoles las primeras manifestaciones contra las restricciones impuestas para frenar la fuga de fondos, mientras el Presidente Fernando de la Rúa buscaba apoyo de la oposición y el oficialismo para sostener su impopular gestión.

La mayor protesta fue convocada por un numeroso sector disidente de la principal central obrera argentina -la Confederación General del Trabajo (CGT)-, que movilizó a unas 4.000 personas frente al Congreso en el centro de Buenos Aires contra lo que calificó como una "confiscación de los salarios y ahorros".

Además, mientras docentes universitarios y un sector de los empleados estatales de todo el país cesaron sus tareas y unos 2.000 de ellos se movilizaron frente al palacio presidencial, comerciantes y consumidores hicieron una caravana por las calles de la capital argentina que, aunque no tuvo gran convocatoria, se hizo sentir por sus bocinazos.

Las protestas son el prólogo de la novena huelga general que enfrentará este jueves el debilitado De la Rúa en sus dos años de gestión y que fue convocada por las tres principales centrales sindicales del país.

"No es tiempo de pelea, sino de unidad. Por eso, la verdad, son incomprensibles estos paros que se convocan sin fundamento sindical real y que la gente rechaza, pero tienen un efecto sobre la economía" dijo a periodistas De la Rúa.

Las centrales sindicales también estudian convocar para antes de fin de mes a una huelga por 48 horas.

El Mandatario, cuya popularidad está por el piso tras sus fracasos por reactivar una economía que no crece desde hace cuatro años, no pudo convencer a los ahorristas que el congelamiento parcial del retiro de los depósitos bancarios, decretado la semana pasada, fue una decisión de vida o muerte para evitar que colapse el sistema y junto a él la economía.

Por el contrario, sondeos revelaron que la mayoría de los argentinos, concretamente el 73,4 por ciento, creen que De la Rúa está manejando mal la crisis y coincidieron en que ni siquiera está preparado para gobernar.

Sin prácticamente el apoyo de su propio partido y con la oposición mirando desde la distancia como languidece su gestión, el Mandatario se embarcó en una desesperada búsqueda de apoyo para reconstruir su base de poder, mientras negocia con el Fondo Monetario Internacional el desembolso de una ayuda financiera de urgencia que le fue negada.

El martes por la noche, De la Rúa inauguró el proceso que bautizó como de "concertación" al reunirse con un grupo de gobernadores del opositor peronismo, que prácticamente controla el Congreso y administra la mayoría de las provincias.

El Mandatario busca arrebatarles un compromiso de que no entorpecerán la sanción de un austero proyecto de presupuesto para el 2002, en el que se incluyen impopulares recortes en el gasto público, condición impuesta por el FMI para desembolsar los fondos.

Pero, por ahora, el peronismo mostró su negativa a permitir que se apruebe el nuevo presupuesto, cuyos detalles aún no fueron girados por el Ministerio de Economía al Poder Legislativo.

Un trabajador toca el bombo en protestar por la medidas del gobiernoEl jueves, De la Rúa mantendrá una reunión cumbre con el ex presidente peronista Carlos Menem dentro de sus negociaciones para conseguir respaldo.

Golpe Mortal

Las restricciones para el retiro de fondos en efectivo de los bancos fueron un duro golpe para los comerciantes minoristas y los trabajadores independientes en Argentina, que ya sufren por un estancamiento del consumo que generó la peor crisis económica en la historia del país.

Según datos de la Coordinadora de Actividades Mercatiles y Empresarias (CAME) de Argentina, que nuclea a pequeñas y medianas empresas, las ventas en comercios minoristas cayeron un 80 por ciento la semana pasada.

Paralelamente, la recaudación tributaria del Estado nacional cayó un 27 por ciento entre el 1 y el 7 de diciembre contra el mismo período del 2000, según reveló a Reuters una fuente del gobierno que pidió no ser identificada.

Mientras los comerciantes se quejan, los retirados argentinos -cuyos magros ingresos apenas les permiten sobrevivir- recibieron con furia el anuncio del gobierno de que este mes cobrarán sus pensiones con retraso.

"Se burlan de nosotros, esa es la verdad. Hoy tenía que cobrar 200 pesos (dólares) y ahora tengo que aguantar hasta el miércoles que viene. Tienen un desparpajo rallano en el cinismo, nos toman por idiotas y no lo somos", dijo un indignado jubilado frente a las puertas de un banco.

Según fuentes de la plaza financiera, el Ministerio de Economía usaría los fondos destinados al pago de pensiones y salarios de empleados públicos para cancelar un fuerte vencimiento de deuda el viernes, espantando el fantasma de un catastrófico incumplimiento de pagos.

Con el Estado con las arcas vacías, el gobierno obligó a los fondos de pensión a comprar títulos públicos para poder hacerse de fondos para enfrentar sus gastos en diciembre.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?