BUENOS AIRES.- El secretario General de la Presidencia de Argentina, Nicolás Gallo, desmintió este viernes las versiones sobre una eventual confiscación de los depósitos bancarios.
El Gobierno impuso hace dos semanas duras limitaciones al uso de dinero en efectivo, control de las divisas que se giran al exterior y una utilización forzosa de la operatoria bancaria, con el fin de sofocar corridas y falta de confianza en el peso.
En declaraciones a la prensa en la Casa de Gobierno, Gallo negó "total y completamente" los rumores, al enfatizar que "los depósitos son totalmente intangibles", responsabilizando por los trascendidos a una información "irresponsablemente maliciosa" de un sector de la prensa.
Asimismo, el funcionario adelantó que el Poder Ejecutivo "va a estudiar" el proyecto de dolarización presentado el jueves por el ex mandatario Carlos Menem (1989-99), jefe de la oposición peronista (PJ, justicialista).
Menem insistió en su proyecto de eliminar el peso y usar solamente el dólar (cuya paridad es de uno a uno desde 1991), al ser recibido por el Presidente Fernando de la Rúa en el marco del diálogo político iniciado en medio de una profunda crisis económica.
Gallo reiteró la "coincidencia total y absoluta contra la devaluación" entre De la Rúa y Menem, manifestada al cabo del encuentro al que se sumó también el ministro de Economía, Domingo Cavallo.
El secretario presidencial desvinculó también la renuncia del viceministro de Economía, Daniel Marx, de una posible confiscación de los depósitos y aseguró que se alejó por "motivos personales".
Marx confirmó este viernes su alejamiento del cargo de secretario de Finanzas y viceministro, pero aseguró que continuará con la negociación para la refinanciación de la deuda pública, en cuya primera fase se canjearon bonos por 55.000 millones de dólares.
Consultado sobre los motivos de su renuncia, Marx alegó "razones personales y familiares" y que "no tiene nada que ver con un tema monetario".
No obstante admitió que "existen temas de discusión interna" con Cavallo, pero se negó a confirmar o desmentir si su renuncia se debió a su oposición a la restricción impuesta al uso de dinero en efectivo y la bancarización forzosa.
