SANTIAGO.- La secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE), Vivianne Blanlot, aseguró hoy que, por el momento, el impuesto de un 20% a las exportaciones de hidrocarburos decretado anoche por el gobierno de Argentina no afectará a nuestro país, pues no se extiende al gas natural trasandino, hacia el cual Chile tiene una importante dependencia.
La autoridad reaccionó así al sorpresivo decreto anunciado ayer por el jefe de gabinete argentino, Jorge Capitanich, quien explicó que la medida formaba parte del presupuesto de la nación para este año.
Vivianne Blanlot estuvo en Buenos Aires esta semana sosteniendo reuniones con las autoridades argentinas. La preocupación del sector energético chileno tiene que ver no sólo con la importación de gas natural, sino también con las inversiones que diversas empresas nacionales tienen en la distribución eléctrica al otro lado de la cordillera.
En su conferencia de prensa de este mediodía, la secretaria ejecutiva del CNE dijo que en caso de extenderse el impuesto del 20% también al gas natural, el efecto en precios al consumidor final sería muy bajo, pues ese combustible es usado para las centrales de ciclo combinado, que actualmente aportan alrededor del 20% de la energía del Sistema Interconectado Central. Si bien un impuesto podría aumentar los precios nudo en un cierto porcentaje, el impacto en el precio final sería muy menor.
Sin embargo, persiste la preocupación que podría tener la medida en las decisiones de inversión futuras de las generadoras eléctricas chilenas. La autoridad reconoció que si el impuesto se aplica al gas natural y se mantiene en el largo plazo, tendrá influencia en el plan energético nacional.
Blanlot agregó además que en caso de que el país trasandino decidiera gravar el gas, sería la cancillería la encargada de decidir qué acciones judiciales se emprenden para impugnar el impuesto, utilizando para ello los acuerdos de un protocolo energético suscrito por ambos países.
Efecto en Chile
Aunque el efecto que podría tener la medida en Chile aún no ha sido dimensionado, existe preocupación en empresas del sector energético por el futuro de las inversiones del área, pues el aumento de capacidad de generación eléctrica de los últimos años se ha venido concentrando en las centrales de ciclo combinado, alimentadas con gas natural.
En el Sistema Interconectado Central son tres las centrales de este tipo: San Isidro, de Endesa; Nehuenco, de Colbún, y Nueva Renca de la Empresa Eléctrica Santiago, propiedad de Gener y CGE. Cada una de ellas tiene una potencia instalada de 370 MW.
El protocolo que norma el intercambio de hidrocarburos entre Chile y Argentina, que se enmarca dentro del acuerdo de complementación económica de ambos países, no impide la aplicación de impuestos específicos a la exportación de estos productos, aunque sí especifica que "el tratamiento tributario a la exportación de gas en la Argentina y en Chile no podrá ser superior al tratamiento de las exportaciones de derivados del petróleo, ni superior al de los productos que utilizan gas como materia prima, que respectivamente rija en cada país".
Actualmente, el gas natural representa el 20% de la matriz energética chilena, y el 60% de ese combustible consumido en Chile proviene de Argentina. El 19% de la capacidad de generación existente en el Sistema Interconectado Central se origina en el gas natural.
