BUENOS AIRES.- El Presidente de Argentina, Eduardo Duhalde, pidió hoy al Fondo Monetario Internacional (FMI) que "apure la agenda" con vistas a negociar un acuerdo de ayuda crediticia para superar la severa crisis económica que sufre el país sudamericano.
La petición de Duhalde fue anunciada por su portavoz, Eduardo Amadeo, tras la reunión que el jefe del Estado mantuvo con el experto indio Anoop Singh, que encabeza la misión enviada por el FMI a Buenos Aires.
Amadeo destacó que una vez que el FMI "tenga las conclusiones" de la visita de Singh, destinada a revisar las cuentas públicas y los planes económicos del gobierno, "siguen una serie de pasos que conviene acelerar" en vista de la grave situación social de Argentina.
Señaló que el gobierno argentino aspira a firmar un acuerdo crediticio "cuanto antes", pero aclaró que esto "no debe generar una falsa expectación", porque hay muchos temas que resolver con el organismo financiero.
En este sentido, el portavoz presidencial subrayó que Duhalde y el delegado del FMI "coincidieron plenamente" en que hace falta que el país "tenga una sola moneda", lo que supone eliminar los once tipos de bonos provinciales que actualmente se usan como medio de pago.
Dijo que esto forma parte de un proceso, "que no se consigue de un día para el otro" porque la eliminación inmediata de los bonos supondría "una expansión monetaria inadecuada".
Los bonos provinciales que la gente usa como moneda equivalen a 4.500 millones de pesos (unos 1.915 millones de dólares) frente a los 10.000 millones de pesos que se calcula que circulan en el sistema monetario nacional.
El portavoz presidencial subrayó que tanto el FMI como el gobierno están de acuerdo en evitar que un estallido de inflación afecte al proceso de reformas en el campo financiero e institucional "que formarán parte del acuerdo al que se espera llegar".
Amadeo destacó además que el FMI "comprende absolutamente la profundidad" de la crisis argentina y que Duhalde ha conseguido "un diálogo muy racional" con el organismo financiero para llevar adelante un plan económico "sólido y sustentable".
"No podemos seguir viviendo de crisis en crisis y para que ésta sea la última hace falta trabajar sin recurrir a las recetas mágicas", puntualizó.
Apuntó que Duhalde, que tomó posesión el pasado 1 de enero, le dijo a Singh que su gestión presidencial "es de transición", pero le aclaró que "transición no significa inmovilismo" y que quiere "dejar un país nuevo" cuando concluya su mandato, a finales de 2003.
Anoop Singh, jefe del Departamento de Operaciones Especiales, una oficina recientemente creada por el FMI que estrena sus funciones con el caso de Argentina, evitó hablar con los periodistas, como lo ha hecho desde que llegó a Buenos Aires, el miércoles pasado.
A la reunión con el delegado del FMI asistieron además el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, y el presidente del Banco Central, Mario Blejer, un antiguo funcionario del organismo financiero.
Amadeo insistió en que tanto el FMI como el gobierno argentino rechazan el "endeudamiento enloquecido" del Estado y "están trabajando" en un modelo diferente al de la convertibilidad o paridad uno a uno del peso con el dólar que rigió en Argentina desde abril de 1991 hasta comienzos de enero pasado.
"Se trabaja para que esta sea la última crisis de Argentina", la tercera economía de América Latina que sufre una recesión desde mediados de 1998.
Poco antes de recibir a Singh, el Presidente argentino aseguró que su país saldrá de la crisis económica "con o sin el Fondo, pero no contra el Fondo".
"Algún día nos va a ayudar, en un mes tendremos una respuesta de los organismos internacionales", declaró Duhalde, para quien "es un absurdo total" pensar que vaya a adoptar una política populista en caso de que no se llegue a un acuerdo con el FMI.
Argentina aspira a reactivar una línea de préstamos por unos 9.000 millones de dólares que quedaron pendientes del acuerdo de "blindaje financiero" firmado con el FMI a finales del año 2000.
El giro de esos créditos fue suspendido en noviembre pasado a causa del incumplimiento de las metas de déficit público pactadas con el organismo financiero internacional.
