ROMA.- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, mostró hoy su disponibilidad a ayudar a la empresa automovilística Fiat, que atraviesa una delicada situación económica, pero con medidas que no vulneren la libre competencia.
En rueda de prensa, Berlusconi fue preguntado por la situación del Grupo automovilístico, que en el primer trimestre de este año ha perdido 299 millones de euros y hoy abrió un expediente para recortar la plantilla 2.887 empleados.
"El Gobierno está en disposición de examinar posibilidades de intervención, siempre sin llegar a medidas que puedan vulnerar la libertad del mercado y la igualdad de trato a los empresarios", dijo el jefe del Ejecutivo italiano.
Berlusconi evitó contestar a la posibilidad de que Fiat pueda ser adquirida por una firma extranjera y apuntó que la compañía con sede en Turín "es la empresa privada más importante de Italia y yo no puedo más que expresar mis deseos más sinceros y cordiales para que supere el momento de dificultad, que no es sólo de Fiat, sino de todos los que producen automóviles".
Por su parte, la empresa automovilística abrió hoy formalmente el expediente para recortar 2.887 empleos, 1.800 de los cuales son en el área de Turín, donde está la sede.
En los próximos días, a petición de los sindicatos, se celebrará un encuentro con la dirección para abordar ese asunto y llegar a un acuerdo sobre las modalidades, para lo que hay 45 días de plazo, ya que de lo contrario intervendrá el Ministerio de Trabajo.
Los sindicatos han avanzado su deseo de que la dirección defina los requisitos para establecer qué trabajadores se verán afectados por el recorte, así como la fijación de posibles incentivos para abandonar la compañía.
Mientras tanto, el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, ha convocado para mañana a los dirigentes de Fiat y ha aclarado que "si es necesario intervendremos. La reunión con la dirección servirá para analizar qué tipo de despidos se quieren aplicar y con qué instrumentos". EFE
