SANTIAGO.- Una disminución de 5,3% experimentaron las ventas de restaurantes durante el primer trimestre de 2002, informó hoy el Consejo Superior de Turismo (Consetur), dependiente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo.
El presidente de Consetur, Gabriel Délano, y el de la Asociación Chilena de Gastronomía, Juan Pablo Moscoso, destacaron que este resultado, siendo igualmente negativo, es algo mejor que el del 2001, cuando la actividad se redujo en un 9,7%, mostrando una tendencia decreciente que significó que en el cuarto trimestre se contrajera en un 12,1%.
Según Délano, aunque el rubro continúa inserto en un ambiente recesivo, se notó en estos tres primeros meses un leve repunte, en que la variación negativa fue también inferior a la del primer trimestre del 2001 (-6,1%).
No obstante, también hizo ver que el bajo nivel alcanzado por la actividad gastronómica, debido al deterioro que acumula desde 1998, explica en gran medida la evolución relativamente más favorable. Cabe considerar que el índice promedio actual, enero marzo 2002, se ubica un 27% por debajo del registrado el primer trimestre de 1997.
El factor más incidente en el debilitado panorama que presenta la gastronomía ha sido la contracción en la demanda interna, ya que la disminución de esta variable registrada el año pasado (-0,7%) se siguió prolongado en los primeros meses de 2002, como lo reflejan las alicaídas ventas del comercio y la disminución de las importaciones.
En este contexto, Délano recordó que el consumo tiende a concentrarse en los bienes básicos, descartando los de tipo durables. "El impacto es más intenso en los de carácter prescindibles como es el caso de los restaurantes, ya que frente a la alta tasa de desocupación, menores ingresos y mayor incertidumbre los consumidores restringen al máximo su gasto, con el fin de mantener reservas para eventualidades", precisó.
El rubro también se ha visto afectado por el comportamiento de las empresas, las que han sufrido pérdidas de sus márgenes, lo que las ha llevado a reducir sus costos, eliminando o reduciendo gastos no estrictamente necesarios, entre ellos, los vinculados al ámbito gastronómico.
Comportamiento mensual
El presidente de Achiga, Juan Pablo Moscoso, detalló que en los tres meses que componen el trimestre se observaron resultados negativos, siendo marzo el de peor desempeño, con una caída de un 8,6% anual, en tanto que en enero y febrero se registraron variaciones anuales de 3,6% y 2,8% respectivamente. "La mayor reducción de marzo confirma tanto la restricción en el consumo como el hecho que se ha concentrado en lo más básico, teniendo en cuenta que en dicho mes aumentan los gastos familiares por el inicio del año escolar", destacó.
No obstante, se mantuvo la tradicional estacionalidad del año, mostrada por las variaciones mensuales del índice en el primer trimestre. Ya que al comparar las ventas gastronómicas de un mes con las del anterior, se aprecia que luego de la mayor actividad de diciembre, los meses de enero y febrero registran un panorama más deprimido, repuntando en marzo.
En esta oportunidad, como se deduce del análisis, durante los dos primeros meses de este año se observaron mejores resultados que los correspondientes a los mismos del 2001, con caídas menores en enero y febrero, pero con un repunte en marzo inferior al mostrado el año pasado. Así, esta combinación determinó que el nivel de marzo se ubicara un 19,3% por debajo del de diciembre del 2001, cifra que se compara favorablemente con el del año pasado en igual fecha, cuando alcanzó a un -21,7%.
Perspectivas
Según Moscoso, la actividad gastronómica continuará estando afectada por la lentitud en la recuperación del gasto. No obstante, el bajo nivel alcanzado, luego de cuatro años consecutivos de caída, 1998 2001, interrumpida sólo el 2000 por una leve alza (0,9%), y el leve mejor comportamiento de los primeros meses, permiten sustentar las proyecciones de que las ventas de restaurantes tendrán este año un resultado más favorable que el del pasado, aunque sin mostrar aún signos positivos, estimándose una caída entre 1% y -3%.
Señaló que aunque el panorama internacional se vislumbra más favorable, principalmente por los mejores resultados de Estados Unidos, que indicarían que estaría en proceso de superar la recesión, es prematuro pensar que la situación en dicho país esté consolidada, pues todavía persisten signos de debilidad que hacen que la situación sea inestable. Más aún, cuando en el escenario internacional se ha agregado un nuevo foco de incertidumbre como es el caso del aumento en el precio del petróleo, que puede afectar el crecimiento mundial.
En tal sentido, a pesar que la economía nacional continúa mostrando el débil panorama que la caracterizó en 2001, se espera que el ritmo se empiece a acelerar en la segunda parte de 2002. La variable relevante continúa siendo la demanda agregada, que se estima se expandirá proporcionalmente menos que el producto, situación asociada a los niveles de desocupación, que se presume serán similares a los del 2001.
