SANTIAGO.- La inversión detectada de las empresas chilenas en el exterior continuó manifestando su tendencia a la baja durante los tres primeros meses del presente año, al alcanzar un total de US$ 198 millones, un 38% menor a los volúmenes mostrados en el mismo período del año anterior, informó hoy la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
Con estas cifras, entre 1990 y el primer trimestre de 2002, se acumularon
inversiones detectadas por US$ 26.087 millones.
La tendencia a la baja, que se viene manifestando desde 1997, se vio agravada por la situación económica de los países latinoamericanos, especialmente el caso argentino, país destinatario histórico de los mayores volúmenes de inversión de capitales chilenos.
A ello se suma el complejo escenario internacional, marcado por la todavía
incipiente recuperación de los Estados Unidos y un virtual estancamiento del
mercado bursátil en dicho país, en el cual las grandes empresas chilenas y
latinoamericanas obtuvieron financiamiento durante buena parte de la década
recién pasada en la forma de ADRs.
La debilidad de las economías de la región y el gigantesco problema económico, político e institucional que enfrenta Argentina, llevó a la postergación de un conjunto de decisiones de inversión por parte de los conglomerados nacionales.
De hecho, parte importante de la inversión del período se explica en operaciones de las estatales chilenas ENAP y CODELCO. En contraste, las transacciones comunicadas por los principales holdings privados ha disminuido
fuertemente. La contracción de la demanda interna y la incertidumbre jurídica,
sumado a los malos resultados de sus filiales en la mayoría de los países de la
región, ha llevado a que las empresas detengan sus inversiones y se dediquen a
procesos de racionalización de costos. Los sectores más perjudicados han sido
los asociados al gasto como es el comercio y la industria.
Por el contrario, las inversiones de largo plazo como es el caso del rubro
forestal no se han visto afectados.
Destinos
Entre los países de destino, el grueso de las operaciones durante este período se centró en Argentina, Colombia, México y Brasil que en conjunto explicaron sobre el 83% del total de las inversiones chilenas detectadas en esta parte del año.
El principal destino de la inversión chilena detectada en el exterior
durante el período en estudio, pese a su inestabilidad, fue Argentina con 37,7%
(US$ 75 millones) del total de flujos, los que fueron destinados principalmente
a los sectores Energía, y en menor medida, al sector forestal.
Esta cifra representa un drástico descenso en comparación a la tendencia
histórica. Le siguieron en importancia Colombia con un 20,3% (US$ 40 millones),
México con un 14,2% (US$ 28 millones), Brasil con 11,1% (US$ 22 millones), Perú
con 8,6% (US$ 17 millones) y Venezuela con un 3% (US$ 6 millones).
En cuanto a los sectores de destino, durante el período enero-marzo de 2002
el liderazgo correspondió a Energía, con US$ 111 millones y un 56,2% de
participación. Le siguieron, industria con US$ 38 millones (19,0%) y
Telecomunicaciones con US$ 20 millones (10,1%). Con una menor importancia se
ubicaron el sector Comercio (7,6%), Minería (4,1%) y Otros Servicios (3,0%).
Dentro del sector Energía, cabe destacar las inversiones aprobadas por Enap,
que se situaron muy por sobre los flujos asociados al negocio eléctrico. Este
último se ha visto afectado desde hace dos años, por un menor ritmo de
privatizaciones en América Latina, así como por la creciente cautela de los
grandes holdings internacionales que participan en los negocios de generación,
transmisión y distribución eléctrica a lo largo de la región, como son AES o
Endesa España.
En contraste, los trabajos en prospección y explotación de la estatal chilena se están llevando a cabo en diferentes yacimientos alrededor del mundo,
especialmente en Argentina, Colombia, Egipto e Irán. El sector industrial por su
parte, se destacó por la inauguración de la planta de Molymet en México y por
las inversiones en el sector forestal que, en general, no están correlacionadas
por los ciclos económicos de corto plazo.
En cuanto a los propósitos de la inversión, se observó una menor relevancia
de las Fusiones, Adquisiciones e Instalaciones, que representaron tan sólo un
10,6% y un 7,6% del total respectivamente. Las Ampliaciones representaron el
21,5% de los proyectos del trimestre aunque con una fuerte reducción en la
participación.
Esto último da cuenta de una tendencia a la consolidación de los negocios ya
existentes muy por sobre la propensión a la compra de nuevas empresas en el
extranjero y el inicio de nuevos negocios. Finalmente, la importancia observada
en actividades de prospección y producción (60,3%) más que explicar un alza,
refleja la fuerte caída de los demás propósitos de inversión.
