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Presidente estadounidense firmó ley contra fraudes contables

La iniciativa nació luego de los numerosos y multimillonarios escándalos financieros en EE.UU., que forzaron la quiebra de gigantes como Enron y WorldCom.

30 de Julio de 2002 | 11:07 | AP
WASHINGTON.- Con la esperanza de devolver la confianza a los inversionistas, el Presidente George W. Bush refrendó el martes la ley de mayor alcance contra el fraude empresarial desde la era de la Depresión de la década de 1930.

"No habrá más dinero fácil para los criminales corporativos. Sólo tiempos difíciles", dijo Bush antes de firmar la ley ante la atenta mirada de legisladores de ambos partidos y altos funcionarios de su Gobierno. Los grandes ausentes eran los líderes empresariales.

"El mercado no es una jungla en la que sólo sobreviven los inescrupulosos, ni un alboroto financiero donde impera sólo la avaricia", destacó Bush en la ceremonia de la firma realizada con gran fanfarria en la Casa Blanca.

"Esta ley le dice a todo aquel líder corporativo deshonesto: serás descubierto y castigado. Se ha terminado la era de las normas permisivas y las ganancias falsas", manifestó.

Una ola de escándalos contables en varias corporaciones registrada en un año electoral, contribuyó a impulsar la aprobación de las reformas en el Congreso con una extraordinaria velocidad.

El Gobierno estaba impaciente por promulgar nuevas leyes debido al temor que los escándalos le afecten en las encuestas y sigan afectando los mercados bursátiles. Las trayectorias tanto de Bush como de su vicepresidente, Dick Cheney, ambos ex ejecutivos de corporaciones, también han sido puestas bajo el escrutinio público en semanas recientes.

Los republicanos de la Cámara de Representantes aceptaron la semana pasada muchos de los aspectos más estrictos de la ley aprobada por el Senado, controlado por una mayoría demócrata, en la creación de la versión final. La medida intensifica la regulación de los informes financieros de las compañías y suministra una nueva supervisión de los auditores independientes.

Agrega sanciones penales y condenas de prisión para el fraude corporativo y la destrucción de documentos, impone restricciones a las firmas contables que asesoran a aquellas corporaciones en las que realizan auditorías, obliga a los altos ejecutivos de las empresas a respaldar personalmente la exactitud de los informes de sus empresas y crea nuevas reglas para los analistas financieros con el objeto de impedir los conflictos de interés.

La medida también establece una junta independiente, con poder de ordenar comparecencias, para supervisar a la industria contable. Sin embargo, no obliga a las corporaciones a incluir como gastos corporativos las lucrativas opciones de acciones con que premian a los altos funcionarios. Muchos analistas consideran que esa norma es necesaria, pero el Gobierno se ha opuesto a imponerla.

Una ley para mejorar la protección de las pensiones de los empleados sigue pendiente en el Congreso.

Dick Gephardt, líder de la minoría demócrata de la Cámara de Representantes, calificó la firma de la ley como "un buen paso para devolver la confianza a la gente en las corporaciones de Estados Unidos". Pero advirtió que hacen falta otras medidas.

"La reforma real requerirá de la promulgación de una amplia serie de iniciativas legislativas (...) para premiar el trabajo intenso con las reglas justas y para crear responsabilidad y transparencia en todas nuestras instituciones económicas", dijo Gephardt en una declaración.
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