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EE.UU. apoya un rápido acuerdo entre Argentina y FMI

"Nosotros nos comprometimos a brindar nuestro apoyo para que esta solución se encuentre rápidamente", dijo desde Buenos Aires el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, tras coincidir en la necesidad de avanzar rápidamente en las conversaciones entre el país sudamericano y el Fondo.

07 de Agosto de 2002 | 20:00 | Reuters
BUENOS AIRES.- Estados Unidos se comprometió el miércoles a respaldar las gestiones de Argentina para acelerar un pacto con el FMI, en un cambio de actitud que, de concretarse, ayudaría al país a salir de la peor crisis económica y social de su historia.

"Nosotros nos comprometimos a brindar nuestro apoyo para que esta solución se encuentre rápidamente", dijo desde Buenos Aires el Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill, tras coincidir en la necesidad de avanzar rápidamente en las conversaciones entre el país sudamericano y el Fondo.

O’Neill llegó el martes a Buenos Aires como parte de una gira por la región que también lo llevó a Brasil y Uruguay, países que enfrentan sus propios problemas económicos, y partió al anochecer del miércoles hacia Washington.

Miles de desocupados argentinos ocuparon la Plaza de Mayo, sobre la cual está la Casa de Gobierno, en pleno centro de Buenos Aires, para acampar en el lugar y pedirle al gobierno trabajo y repudiar las políticas económicas que aplica la administración del Presidente peronista Eduardo Duhalde.

Portando palos, pancartas y gritando consignas contra el gobierno, unos 5.000 desocupados aprovecharon para repudiar la presencia de O’Neill.

La visita del Secretario del Tesoro estadounidense fue aprovechada por el gobierno para mostrar que el país merece obtener ayuda del Fondo debido a que ha cumplido con las reformas exigidas por el FMI.

Varios analistas argentinos celebraron las declaraciones de O’Neill y dijeron que estás contrastan con las palabras previas del funcionario.

O’Neill había sido hasta ahora un arduo crítico de los préstamos de rescate que el Fondo entregó en el pasado, y dijo que antes de prestar dinero es necesario asegurarse de que la ayuda no terminará en cuentas bancarias en Suiza.

"La sensación que me dio es que hay una predisposición a finalmente firmar un acuerdo (...) para refinanciar los vencimientos de capital que hay con el FMI y el Banco Mundial hasta fin de año", dijo el economista Mario Brodersohn.

Optimismo oficial

Para el ministro de Economía Roberto Lavagna, Argentina está ahora mejor posicionada para pactar finalmente con el Fondo, lo que le permitiría evitar un temido incumplimiento de pagos con el organismo multilateral.

"Nosotros estamos firmemente convencidos de que hoy están dadas todas las condiciones para cerrar en las próximas semanas un acuerdo definitivo (con el FMI)", dijo a periodistas el ministro, quien recibió de O’Neill una cigarrera de plata como presente, según dijo una fuente del Palacio de Hacienda.

Más tarde otra fuente del ministerio dijo a periodistas que Lavagna ya trabaja en un borrador de carta de intención por un nuevo acuerdo con el FMI.

El subsecretario del Tesoro para Asuntos Internacionales, John Taylor, que viajó junto a O’Neill, se reunió este miércoles con el equipo de Lavagna y el directorio del Banco Central.

"El señor Taylor se interiorizó de las proyecciones del programa monetario argentino hasta fin del 2002, en una reunión eminentemente técnica durante la que también se abordaron las metas planteadas para 2003 bajo el esquema de metas de inflación", dijo en un comunicado la autoridad monetaria.

Pero el optimismo oficial no parecía ser compartido por la población, sumida en niveles récord de pobreza y desempleo.

Mientras O’Neill hablaba en una conferencia de prensa, decenas de manifestantes gritaban frases de repudio
al funcionario y a las políticas de Estados Unidos en la puerta del Ministerio de Economía.

Los manifestantes posteriormente arrojaron huevos contra el vehículo en el que O’Neill se retiró, rodeado de custodia, hacia un suburbio de la ciudad para conocer un comedor comunitario financiado por el Banco Mundial.

Una vez allí, O’Neill sólo estuvo unos minutos con los niños en el comedor y luego salió hacia una escuela en un barrio rivereño a unos 40 kilómetros al norte de Buenos Aires, donde repitió su actitud.

Créditos

El gobierno necesita créditos para que las tres millones de personas desocupadas, de un total de 14 millones en condiciones de trabajar, obtengan empleo y así apaciguar el descontento social que envuelve a los principales centros urbanos del país, con crecientes índices de delincuencia.

Más de la mitad de la población en la zona más habitada del país vive en la pobreza, lo que generó que para los habitantes de la ciudad sea una imagen habitual ver ejércitos de personas buscando algo para comer entre la basura.

"Estoy seguro que los argentinos han pagado un altísimo precio por esa inestabilidad que ha existido en este país durante os últimos dos años", reconoció O’Neill.

Duhalde no busca que lleguen fondos frescos del FMI, sino que el organismo acepte reprogramar vencimientos de deuda que operan en los próximos meses y que el país, al no contar con recursos frescos suficientes para cumplir con el pago, debería cancelarlos con sus disminuidas reservas.

Tras caer en cesación de pagos en diciembre sobre su deuda pública con acreedores privados, las entidades multilaterales de crédito son la única fuente posible de fondos para el país.

La intención del gobierno es que O’Neill use su influencia en las decisiones del FMI para darle al país ese respiro.

"O’Neill no puede desdecirse afuera de lo que dijo acá (...) Se están encaminando algunas cosas, yo lo veo con un ánimo optimista", dijo el agente bursátil Luis Corsiglia.

Mientras Argentina busca un acuerdo con el FMI, el organismo multilateral anunció el miércoles en Washington un paquete de rescate de 30.000 millones de dólares para Brasil, que también permite al país reducir sus reservas internacionales en 10.000 millones de dólares.
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