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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 14:25
QUITO.- ENAP firmó hoy martes el nuevo contrato de prestación de servicios impulsado por el Gobierno de Ecuador, que aseguró que aún está negociando con la brasileña Petrobras, pese a que la firma no aceptaba las condiciones del acuerdo.
ENAP, a través de su subsidiaria Sipec, se convirtió en la primera petrolera de un grupo de siete importantes en firmar el nuevo convenio que le permite al Estado ecuatoriano ser el dueño de la totalidad de la producción a cambio del pago de una tarifa de operación.
Estas condiciones no son del agrado de la gigante Petrobras, pero el ministro de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pástor, aseguró que no había recibido "hasta el momento" ninguna comunicación oficial de la firma.
Las autoridades esperan que hasta la media noche continúen los diálogos con las petroleras y se alcancen acuerdos finales.
"Todas las conversaciones continúan. Hay plazo hasta la medianoche", aseguró el ministro de Sectores Estratégicos, Jorge Glas a Reuters.
ENAP opera cuatro campos en la selva ecuatoriana, por los cuales firmó dos contratos con Quito.
Ecuador pagará 16,72 dólares por cada barril extraído en el mayor campo que opera la estatal chilena y 20,77 dólares por barril en tres yacimientos menores.
El nuevo contrato se extenderá hasta el 2025 y ENAP prevé realizar una inversión de 72 millones de dólares para levantar la producción en unos 3.000 barriles promedio día (bpd) a 16.000 bpd, según los términos del nuevo acuerdo.
Ecuador impulsa desde hace más de dos años tratativas con las petroleras que operan en su jurisdicción para convertirlas de actuales socias a meras operadoras de los campos.
Otras petroleras
Petrobras opera el bloque 18 en la selva ecuatoriana, del que extrae unos 19.300 bpd. En el 2008 devolvió al socio más pequeño de la OPEP el bloque 31 ubicado en una reserva ecológica porque su desarrollo no permitía amortizar la inversión.
La firma no estaría de acuerdo con la tarifa que quiere pagarle el Ecuador, argumentando que sus operaciones no serían rentables bajo las nuevas reglas de juego.
"El diálogo (con Petrobras) se mantendrá ahora y después de que firme o no los contratos porque es una compañía de un país amigo", aclaró Pástor a periodistas.
La española Repsol-YPF, que opera el bloque 16 con una producción de 41.843 bpd, la más alta de una firma privada en el país, tampoco estaría de acuerdo con el nuevo contrato.
No así las petroleras chinas Andes Petroleum y PetroOriental, cuyo mayor accionista es la estatal CNPC, quienes habrían aceptado las nuevas reglas de juego ecuatorianas, pese a su amenaza de un arbitraje internacional.
La italiana Eni y la firma Canadá Grande, de un consorcio ecuatoriano integrado por la estatal Petroecuador, también estarían listas para sellar el acuerdo, según fuentes cercanas a las tratativas.
Las operaciones de las firmas que decidan irse del país serán asumidas por las públicas Petroamazonas y Petroecuador, que tienen experiencia en el manejo de campos privados tras la salida amistosa de la francesa Perenco y la estadounidense City Oriente el año pasado.
