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Santiago: Martes 16 de abril del 2024 | Actualizado 07:44
SANTIAGO.- Nerviosismo está causando el importante aumento que se ha estado observando en los mercados internacionales de combustibles, dado que Chile suspendió a mediados de año su anterior Fondo de Estabilización que permitía atenuar las variaciones de precios internacionales y hoy no cuenta con un mecanismo similar que permita mitigar estas variaciones.
En los mercados externos, el precio del petróleo –del cual se extraen todos los demás derivados, como las gasolinas- ha estado subiendo por sobre los US$ 90 el barril y en el mercado se teme que pudiera llegar a los US$ 100, porque por un lado se mantienen los fuertes fríos que afectan el hemisferio norte y por el otro, la OPEP no tendría la intención de aumentar la producción.
Hay estimaciones de analistas privados, como Econsult, que indican que, por ejemplo, las gasolinas podrían llegar a costar $700 por litro en los primeros meses del año, producto de esta situación.
Justamente este contexto de precios -más la carencia de inversiones en el sector-provocó que, por ejemplo, en Bolivia se decidiera aumentar fuertemente los precios- antes subsidiados-, lo que terminó provocando graves protestas que obligaron al gobierno de Evo Morales a revertir la medida.
En Chile funcionaba lo que se denominada el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo (FEPCO), pero éste fue suspendido a mediados de año, debido a que estaba representando una fuerte carga al Erario Nacional.
El tema es que hoy el país no cuenta con un sistema de estabilización de precios, justo cuando los valores de estos productos están al alza en los mercados mundiales, aunque tampoco es claro que esa tendencia se vaya a mantener en la magnitud actual.
"Hoy día no tenemos nada para protegernos", admite a Emol el senador y presidente de la Comisión de Minería y Energía, Jaime Orpis, quien es uno de los parlamentarios que observa con preocupación el tema.
En reemplazo del anterior FEPCO, las autoridades de Hacienda enviaron al Congreso un proyecto para un sistema alternativo de estabilización, el Sistema de Protección ante Variaciones de Precios de Combustibles (Sipco), que ya no operaría subsidiando los precios, sino mediante un sistema de seguros internacionales, los que operarían justamente ante fuertes alzas de precios.
El citado proyecto está aún en discusión en el Congreso y Orpis, consciente de la situación externa de precios, demanda una rápida tramitación del nuevo mecanismo.
"Es urgente despacharlo", dice Orpis, al tiempo que informa que la iniciativa ya pasó de la discusión más técnica, saliendo de la comisión mixta de Hacienda y Minería, lo que podría ayudar a acelerar su despacho.
La iniciativa pasó recientemente a la sala del Senado, de la cual podría salir esta semana, para de allí volver a la Cámara de Diputados y según el parlamentario el trámite parlamentario debiera concluir no más allá de enero. Y sería perentorio dado el receso parlamentario de febrero.
"Es de sentido común (aquello), el Ejecutivo tiene las herramientas, las comisiones técnicas ya lo despacharon y ahora viene la discusión en sala del Senado y posteriormente vuelve a la Cámara", indicó el parlamentario.
El parlamentario dice que el equipo de Hacienda para el tema, encabezado por el economista Salvador Valdés, se dio el tiempo para recoger algunos perfeccionamientos que se le hicieron a la iniciativa.
Orpis indicó que el proyecto busca equilibrar lo que es la situación fiscal, así como aminorar las variaciones de precios a los consumidores, lo que a su juicio es logrado a través de la iniciativa, primero mediante un impuesto móvil y después mediante los seguros comprometidos.
El parlamentario explicó que "éste es un proyecto muy importante porque el 30 de junio pasado dejó de regir el Fondo de estabilización de los combustibles, por lo tanto, estamos sin sistema alguno que proteja a los consumidores de las volatilidades en el precio internacional del petróleo", acotaba el parlamentario ya la semana pasada.
El trámite no obstante, puede tener alguna discusión en la sala, porque ya en comisión mixta generó bastante debate y de hecho, los senadores Frei y Escalona se abstuvieron.
De no aprobarse el mecanismo los efectos son muy previsibles: un fuerte aumento de precios para los consumidores nacionales. Ello, por supuesto, en la medida en que los precios internacionales se mantengan al alza, porque ello depende de las condiciones climáticas en el hemisferio norte, la menor o mayor producción de los oferentes y de las condiciones de demanda en el contexto de una economía internacional que aún se no se recupera totalmente de los efectos de la última crisis financiera.
