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Las alternativas "diferentes" para aprender un nuevo idioma

Desde viajes al extranjero hasta grupos de conversación en cafés o bares son las opciones para salir de la sala de clases.

13 de Septiembre de 2011 | 12:50 | Carolina Ubilla Bornand, EyN
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El Mercurio

SANTIAGO.- Tener más de cincuenta años no es impedimento alguno para tomar clases de idiomas. De hecho, todas las escuelas consultadas en este reportaje declararon no tener límite de edad para sus alumnos. Y lo bueno es que la oferta se ha ampliado tanto, que ahora aprender otras lenguas no es sinónimo de ir una o dos veces por semana a sentarse a una sala de clases.


Viajes al extranjero
Una alternativa es ir a estudiar al extranjero, lo que además tiene la ventaja que permite conocer otras culturas.


Empresas internacionales como EF ofrecen programas completos que incluyen el curso, alojamiento, comida y seguro médico en diferentes países y con modalidades que se ajustan a los requerimientos de los estudiantes. El pasaje puede ser gestionado en la empresa o en forma independiente.


"No hay límite de edad. Hemos tenido varios clientes de 60 años. Ellos prefieren cursos cortos, de uno o dos meses y van al verano de Estados Unidos. Una buena opción podría ser combinar clases de inglés en Miami con shopping . Nosotros organizamos los tours de shopping. También puedes tener clases de inglés por la mañana y golf por las tardes o los fines de semana. Eso va bastante bien con personas mayores de 50 años", comenta Pedro Flores, gerente general de EF Chile.


María Eugenia Misle decidió probar esta opción y está muy conforme. "Fui a Miami por cinco semanas. Allá reciben a estudiantes de todas las edades y me atreví a ir. Fui súper bien aceptada por los estudiantes, aunque la mayoría era menor que yo. Habían algunos mayores, dos hermanas brasileñas que tenían 60 y 68 años. Fue una experiencia enriquecedora", dice.


Sin embargo, esta alternativa no es para todos, pues los precios son elevados. De hecho, dependiendo del tiempo de estadía, que puede ser hasta de un año, un curso de este tipo le puede costar desde US$2 mil hasta US$18 mil.


Conversando se aprende
Para quienes quieran tener un minuto de esparcimiento mientras aprenden un idioma, la mejor opción son los grupos de conversación. En Chile existe un sistema llamado "Políglota", que consiste en grupos que se juntan en lugares determinados a practicar.


En Santiago, por ejemplo, hay tres grupos de inglés, y también en regiones.


Para participar hay que ingresar a la página web de la organización (www.poliglota.cl), seleccionar un idioma y revisar los lugares y horarios de las reuniones.


Lo mejor de este sistema es que es completamente gratis, pero implica un compromiso. "La idea de Políglota es que todos son alumnos de quien sabe más y profesor de quien sabe menos. Entonces, la gente que entra a un grupo Políglota es un participante y a la vez un voluntario", detalla Carlos Aravena, gestor del proyecto.


Agrega que la edad no es problema. "Pasa que llegan personas de 60 años o más. Incluso, las personas de más edad podrían crear su propio grupo Políglota y juntarse en un café, por ejemplo", explica.


Otra alternativa es la que ofrece la escuela Tandem, quienes dictan cursos de idiomas donde los alumnos optativamente pueden participar del sistema "Tandem Partners". Bajo este esquema, a una persona que estudia inglés se le busca a un compañero -por ejemplo, un estadounidense que esté en Chile aprendiendo español- para que compartan.


"La primera reunión es en la escuela, para que se conozcan, y la idea es que después salgan a situaciones de la vida cotidiana, tomar un café, salir a conocer la ciudad, etcétera", explica Francisco Silva, coordinador de cursos de lengua extranjera de Tandem. Agrega que "no hay problema si una persona es mayor. Hemos tenido alumnos de hasta 70 años. No es una situación compleja, pero lo ideal es que al estudiante no le moleste juntarse con alguien menor", señala.


Sus alumnos pagan $256 mil por cada módulo que cursan, pero quienes no son alumnos de la institución también pueden acceder a un " partner ", con un costo de $10 mil.


Idiomas diferentes
Con 65 años, Paula Reynal acude a clases de ruso una vez por semana. "Lo estudio hace mucho tiempo. Siempre me ha interesado, me gusta la literatura rusa, la música rusa. Para una persona que le gusta y que tiene facilidad, yo recomiendo estudiar idiomas de todas maneras. Hace muy bien", expresa.


Tal como ella, hay más personas que se atreven a probar idiomas más complejos.


Para quienes quieran aprender chino mandarín, una opción es el Instituto Confucio de la Pontificia Universidad Católica. Ahí se dictan cursos para alumnos de nivel básico, medio y avanzado. Cada nivel consta de tres módulos y cada módulo tiene un valor de $120 mil.


Las clases teóricas se complementan con talleres gratuitos y pagados. Entre los primeros, figura el ajedrez chino. Entre los pagados, figura un taller de danza y filosofía china, que tiene un valor de $10 mil.

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