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Bélgica, Francia y Luxemburgo dividen Dexia para evitar su quiebra

El ministro de Finanzas belga, Didier Reynders, sostuvo que el Estado no tiene un interés en hacerse con entidades bancarias sino que su objetivo es evitar el perjuicio de los ciudadanos.

10 de Octubre de 2011 | 05:27 | EFE
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AP

BRUSELAS.- Los gobiernos de Bélgica, Francia y Luxemburgo acordaron esta madrugada la partición en tres del banco franco-belga Dexia para salvarlo de la quiebra, así como la creación de un "banco malo" para aislar los activos tóxicos que originaron las dudas sobre su situación.


Bélgica ha ofrecido la nacionalización por 4.000 millones de euros de Dexia Banca Bélgica, la filial belga de la entidad, y una garantía de 54.000 millones de euros para la entidad residual que concentrará los activos problemáticos.


El Consejo de Administración de Dexia ya se ha mostrado conforme con la oferta, pero tenía previsto dar más detalles en una rueda de prensa.


El "banco malo" tendrá activos por unos 90.000 millones de euros, que serán garantizados por los Estados belga (60,5 %), francés (36,5 %) y luxemburgués (3 %).


De este modo, a Bélgica le corresponderá garantizar unos 54.000 millones de euros, en torno al 15 % del PIB; a Francia, 32.850 millones, y a Luxemburgo, 3.150 millones.


"Nos sentimos contentos por poder liberar a Dexia Banca Bélgica de todos los cargos y de todo riesgo que puedan surgir del entorno de Dexia", afirmó el Primer Ministro belga en funciones, Yves Leterme, en una rueda de prensa esta madrugada.


El ministro de Finanzas, Didier Reynders, por su parte, aseguró hoy en la radio pública RTBF que el precio que pagará el Estado por Dexia es "totalmente razonable" y recordó que los analistas habían valorado la operación entre 3.000 y 8.000 euros.


Reynders explicó que los actuales accionistas de Dexia pasarán a la entidad residual con activos tóxicos y recalcó que "cuando una entidad tiene problemas, los accionistas tienen que pagar primero y no el contribuyente".


Asimismo, aclaró que en el Estado no tiene un interés particular en hacerse con entidades bancarias sino que su único objetivo es evitar el perjuicio de los ciudadanos y estimó que tendrán que ser propietarios de Dexia hasta que la crisis haya pasado.


La filial francesa, Dexia Municipal Agency (DMA), será previsiblemente adquirida por el Estado francés para atender la financiación de las entidades locales por un importe que se sitúa entre 650 y 700 millones de euros.


Bélgica no ha confirmado oficialmente esta parte del acuerdo, pero los medios belgas han dado cuenta de ello y han indicado que la transacción correrá a cargo del banco público francés Caisse des Dépôts et Consignations (CDC), el mayor accionista de Dexia.


Queda también por cerrar la venta del negocio luxemburgués a un inversor internacional, el cual, según medios locales, sería el fondo soberano de Catar y pagaría 900 millones de euros por la filial sin sus activos tóxicos.

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