Playas chilenas son una señal de advertencia sobre lo caro que está el peso argentino

Los turistas argentinos en Chile en enero superaron a los chilenos que viajaron al país del otro lado de los Andes como no había sucedido desde el año 2001, año previo a que el peso argentino perdiera la paridad uno a uno con el dólar y se derrumbara, según datos compilados por el Departamento de Turismo de Chile.

Conforme los salarios argentinos aumentan 29% al año, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina, otra vez Chile parece ser un destino barato.

El peso, que ayer cerró a 4,3811 frente al dólar, debería cotizar a 5,5 o 6 si no fuera por las políticas del gobierno que limitaron el ritmo de la depreciación, según el economista chileno César Pérez. Las medidas van desde la penalización de operaciones en el mercado de divisas no regulado hasta obligar a la gente a retirar libros comprados en el exterior vía Internet en el aeropuerto.

"El turismo es un buen barómetro de un peso sobrevaluado", dijo Pérez, director gerente de la firma de servicios financieros Celfin Capital SA, con sede en Santiago. "Van a terminar quedándose sin herramientas monetarias no convencionales. La depreciación va a suceder, y está sucediendo".

El peso perdió 7,5% de su valor frente al dólar en los últimos 12 meses en tanto los precios al consumidor en el mismo período aumentaron 23%, según una estimación promedio de investigadores privados. Los legisladores de la oposición comenzaron a difundir estimaciones privadas de los precios al consumidor el año pasado, después de que el gobierno de la presidenta Cristina Fernández multó a los investigadores que decían que la inflación era más del doble de las cifras oficiales.

Los argentinos esperan que los precios aumenten un 30% el próximo año, cinco puntos porcentuales más de lo que pronosticaban en febrero, según una encuesta realizada este mes por la Universidad Torcuato Di Tella.