MARJAYOUN.- Jubilosos pobladores arrojaron arroz y distribuyeron dulces para saludar hoy la llegada de fuerzas de seguridad del Líbano en lo que fuera previamente el enclave ocupado por Israel en el sur del país.
La llegada de esos efectivos restablece, por primera vez en 24 años, una apariencia de autoridad estatal en una región desgarrada por conflictos armados.
Una fuerza de soldados y de agentes de policía se dirigió durante la madrugada desde la capital, Beirut, en el centro del Líbano, hacia el sur y las zonas fronterizas abandonadas por Israel. Las tropas avanzaron en camiones, jeeps y algunos vehículos blindados.
Algunas unidades avanzaron hacia la población cristiana de Marjayoun, a unos ocho kilómetros al norte de la frontera con Israel. Otras unidades ingresaron a Bint Jbeil, una población de mayoría chiíta, en el oeste, y establecieron su sede en una escuela del gobierno.
El ministro del Interior del Líbano, Michel Murr, había anunciado previamente que la fuerza estaría integrada por 500 soldados de la policía militar y de unidades antiterroristas del ejército libanés, así como por 500 policías.
Soldados del cuerpo de paz de la ONU se desplazaron el sábado anterior hacia el previo enclave israelí. El gobierno de Beirut había exigido ese paso antes de enviar sus fuerzas.
