BOGOTA.- El Presidente colombiano Andrés Pastrana, en la entrevista que sostendrá este martes en Washington con su homólogo estadounidense George W. Bush, le pedirá que Estados Unidos participe en el proceso de paz que su Gobierno lleva a cabo con la guerrilla marxista de las FARC.
En declaraciones a la prensa colombiana en Washington, adonde llegó el sábado, Pastrana consideró "muy importante que Estados Unidos esté sentado en la mesa de negociación (con las FARC), y vamos a hablar sobre esto con el Presidente Bush".
El Gobierno de Pastrana inició el 7 de enero de 1999 un proceso de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la más antigua y poderosa militarmente guerrilla del país, con unos 16.500 combatientes, según el ministerio de la Defensa. Dentro de ese proceso, que ha estado marcado por fuertes tensiones y sobresaltos, como el ocurrido recientemente que obligó a Pastrana a runirse durante los pasados 8 y 9 de febrero con el líder de las FARC, Manuel Marulanda, para salvarlo, las dos partes acordaron el pasado viernes invitar a Estados Unidos a participar el próximo 8 de marzo en una reunión internacional.
En efecto, el viernes en un comunicado conjunto expedido por el Gobierno y las FARC tras tres días de conversaciones en la zona desmilitarizada de 42.000 km2 que al sur del país ocupa el grupo rebelde, invitaron a la reunión a Estados Unidos, Cuba, el Estado Vaticano y otros 24 países de América Latina, Europa y Asia.
El propósito de la cita internacional es presentarle a los asistentes un informe conjunto sobre la marcha de las tratativas de paz, al tiempo que sostendrán reuniones por separado con cada uno de ellos, según el comunicado.
La participación de la comunidad internacional en el proceso de paz con las FARC busca, según dijo el Mandatario colombiano en Washington, es que tenga la oportunidad de hacer críticas y observaciones sobre el rumbo del proceso.
El Gobierno de Estados Unidos, que a través de funcionarios del Departamento de Estado se entrevistaron en Costa Rica en diciembre de 1998 con líderes de las FARC, se marginaron del proceso a raíz del asesinato, en febrero de 1999, por parte de ese grupo insurtente, de tres estadounidenses que habían venido a Colombia a trabajar con los indigenas U'wa.
La jefatura de las FARC admitió que ese grupo cometió el crimen, pero lo atribuyó un comando que actuó de manera inconsulta y se negó a entregar a los responsables, tal como lo solicitaron las autoridades de Bogotá y Washington.
Además el Gobierno estadounidense acusa a las FARC de estar directamente involucradas en el tráfico de cocaína hacia Estados Unidos y de manejar los laboratorios para el procesamiento de drogas en las selvas colombianas fronterizas con Brasil, Ecuador, Perú y Venezuela.
Aunque Pastrana reconoce que las FARC se nutren financieramente del ilícito negocio, por lo que considera vital el Plan Colombia de lucha contra el narcotráfico -que Washigton apoya militar y económicamente con 1.300 millones de dólares- para romper esa relación, asegura que el grupo rebelde no se puede considerar como un cartel del narcotráfico.
Además de este tema y del proceso de paz con las FARC, Pastrana buscará en Washington que el Gobierno de Estados Unidos prorrogue y amplíe las preferenciaS arancelarias que ese país otorga a los productos de la región Andina que luchan contra el narcotráfico.
"El tema prioritario va ser comercial. Estamos buscando empleo y ejecución de obras sociales, pero no estamos como un limosnero pidiendo fondos sino exigiendo oportunidades comerciales y de inversión para beneficiar a todos los colombianos", declaró Pastrana el pasado sábado al partir hacia Washington.
