SKOPJE.- El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, dijo el viernes que instó a los líderes serboalbaneses de Kosovo, en una reunión al parecer muy emotiva, que recurran a toda su influencia para impedir un nuevo estallido de violencia en la vecina Macedonia.
"Pedimos a los kosovares que se unan a nosotros en denunciar y aislar a los extremistas cuyas acciones están erosionando el respaldo internacional para Kosovo y las simpatías hacia su pueblo", dijo Powell en una rueda de prensa posterior a la reunión en Skopje, capital de Macedonia.
Powell canceló ante una prevista visita a Kosovo debido al mal tiempo y se reunió, en cambio, con el delegado jefe de Naciones Unidas para la provincia y con líderes serbios y serboalbaneses en Skopje.
Fuerzas macedonias se enfrentaron hace poco a los rebeldes de etnia albanesa en inmediaciones de la frontera con Kosovo, desatando temores del estallido de un nuevo conflicto bélico en los Balcanes.
Powell tenía previsto hacer un viaje de 55 minutos por helicóptero a Pristina desde Skopje, donde iba a asistir a una reunión de ministros de Relaciones Exteriores, pero la baja nubosidad le obligó a cambiar sus planes, dijeron funcionarios estadounidenses, que no citaron consideraciones de seguridad para la cancelación del viaje.
"En la reunión que acabo de concluir, sí escuché decir a los líderes que ellos abandonarán la violencia y los alenté a decir con franqueza a todo su pueblo que representan y a sus conciudadanos que están guiando, que la violencia no es la respuesta", dijo Powell, antes de emprender su viaje a Bosnia.
A la reunión con Powell asistieron el danés Hans Haekkerup, jefe de la oficina de la ONU en Kosovo, el líder serboalbanés moderado Ibrahim Rugova y Hashim Thaci, ex comandante del rebelde Ejército de Liberación de Kosovo (ELK), que se enfrentó a las fuerzas del ahora depuesto presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.
Rada Trajkovic, un líder político serboalbanés, y Ramush Haradinaj, otro ex líder del ELK, también participaron.
Rugova, Thaci y Haradinaj han instado a los rebeldes de etnia albanesa de Macedonia a que depongan de inmediato sus armas y reincorporarse a la vida civil.
"Sostuvimos una buena discusión, se plantearon sentimientos muy intensos y en la sala se percibía un apasionamiento (durante la discusión)", dijo Powell.
Los rebeldes aseguran que combaten en pro de más derechos para los residentes de etnia albanesa que constituyen la tercera parte de la población de Macedonia.
