MURMANSK.- Una fuerte tormenta en el Mar de Barents obligó a interrumpir los trabajos preparatorios para el rescate del submarino nuclear ruso "Kursk", informó hoy el estado mayor de las Flota rusa del Mar del Norte.
Según el comunicado oficial, en la zona donde el 12 de agosto de 2000 se fue a pique el "Kursk" con sus 118 tripulantes, los vientos alcanzan más de 60 kilómetros por hora con una fuerza de mar cuatro, lo que supone un riesgo para los buzos.
Los pronósticos meteorológicos indican que el mal tiempo continuará al menos hasta el próximo martes.
Hasta ahora los buzos, que trabajan a 108 metros de profundidad en el Mar de Barents, han abierto en el casco del submarino hundido 16 de las 26 "ventanas tecnológicas" a las que se fijarán los cables con los que el "Kursk" será izado a la superficie.
El reflote del sumergible está previsto para el próximo 15 de septiembre, pero los trabajos preparatorios han sufrido retrasos que hacen temer que el rescate sea aplazado hasta el año que viene.
Esta semana el Kremlin aseguró que los trabajos en el Mar de Barents para levantar el siniestrado submarino nuclear "Kursk" marchan conforme a los planes.
"Todo transcurre con normalidad. No hay ninguna base para afirmar que no se cumplen los plazos de la operación (de rescate) ni que hay dificultades con los equipos técnicos", declaró el servicio de prensa de la Presidencia rusa.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, prometió el año pasado a los familiares de los 118 marinos que componían la dotación del "Kursk" que el submarino sería izado a superficie en 2001.
El rescate del "Kursk" es una verdadera carrera contrarreloj, ya que después de esa fecha las condiciones del tiempo en el Mar de Barents se tornan adversas y pueden hacer imposible el rescate.
Según algunos expertos, para garantizar la seguridad de la operación se requieren al menos tres días de buenas condiciones meteorológicas, tiempo que demorará el izado del "Kursk" a la superficie y su remolque hasta el dique seco de Rosliakovo.
