PARIS.- A la espera de la devolución de la licencia de vuelo del avión supersónico Concorde a las compañías Air France y British Airways, un Concorde francés salió hoy desde el aeropuerto de Roissy, en París, en un segundo vuelo de prueba tras el trágico accidente ocurrido hace un año.
Durante el vuelo de tres horas, según dijo la dirección de la empresa, la nave debía volar a velocidades supersónicas a fin de probar la máquina bajo determinadas situaciones de emergencia.
El primer vuelo de prueba de un Concorde de Air France se realizó el pasado viernes, tras reparaciones que incluyeron el refuerzo de la seguridad de los tanques de combustible y mejoras en los neumáticos del tren de aterrizaje.
La British Airways estaría en condiciones de reanudar sus vuelos regulares a Nueva York en septiembre, mientras Air France considera hacerlo recién a fines de octubre.
Air France se abstenía hoy de precisar si hay interés por parte de viajeros de volar en el Concorde. "Nuestra intención es garantizar una conexión regular de París a Nueva York", declaró un portavoz de la compañía.
El portavoz se abstuvo asimismo de precisar si las autoridades devolverán la licencia de vuelo del pájaro supersónico ya mañana martes, como aseveraba este fin de semana la prensa británica.
Luego de la caída de un Concorde de Air France, el 25 de julio de 2000, en París, en que murieron 113 personas, las investigaciones señalaron que una pieza de metal que yacía en la pista de despegue había reventado uno de los neumáticos del avión. A su vez, trozos del neumático habían dañado uno de los tanques de combustible y provocado un incendio que derribó la nave a pocos segundos del despegue, cayendo en la localidad de Gonese, cerca de París.
British Airways invirtió 25 millones de dólares en reforzar los neumáticos y los tanques de combustible.
