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Con "rendición" esposa de Obispo Milingo finaliza matrimonio

El encuentro de ambos la pasada noche en un céntrico hotel de la capital italiana, finalmente permitido por la Santa Sede, ha puesto fin a dieciséis días de huelga de hambre de Sung, siempre bajo los reflectores de la atención pública, decidida a "llegar hasta la muerte" para poder ver al prelado.

30 de Agosto de 2001 | 08:12 | EFE




ROMA.- La "rendición" de la coreana María Sung al aceptar el rechazo de su esposo, ha puesto fin a su rocambolesco matrimonio con el obispo africano Emmanuel Milingo, convertido en el "culebrón" del verano y en una dura batalla mediática entre el Vaticano y la secta Moon.

El encuentro de ambos la pasada noche en un céntrico hotel de la capital italiana, finalmente permitido por la Santa Sede, ha puesto fin a dieciséis días de huelga de hambre de Sung, siempre bajo los reflectores de la atención pública, decidida a "llegar hasta la muerte" para poder ver al prelado.

Ante su esposa, Milingo reiteró que el compromiso que mantiene con la Iglesia Católica "no le permite estar casado", pero que continuaría amando a Sung "como una hermana".

María Sung, médico coreana de 43 años, parece haber aceptado las explicaciones del prelado, -que ya la pasada semana había hecho publica su renuncia al matrimonio y a la secta Moon- y prometió "apoyarle en su misión y vivir sola para siempre".

Pálida pero serena, anunció ante los periodistas que asediaban la sede del encuentro que esperaría a reunirse con él "en el más allá".

La pareja había contraído matrimonio el pasado mes de mayo por el rito de la secta Moon en Nueva York, en una boda que había creado gran embarazo en la Santa Sede y había supuesto la amenaza de excomunión para el prelado "rebelde".

Milingo, de 71 años, arzobispo emérito de Lusaka, ya había tenido problemas con la jerarquía eclesiástica por sus actividades como exorcista, curandero y cantante, y por su visión demasiado "africana" del culto religioso.

A través de una carta que hizo entrega a su esposa y cuyo contenido dio a conocer el Vaticano, Milingo admitió de nuevo su "error" y aseguraba que "la Iglesia le ha acogido de nuevo como a un ahogado que las aguas del mar arrojan a la playa".

En el encuentro de tres horas, que Sung había preferido que se celebrase a solas, estuvieron presentes un intérprete y una decena de testigos, entre ellos un especialista vaticano en sectas, según recoge hoy la prensa.

Aunque Sung había insistido durante su ayuno de protesta que no se opondría "al cambio de opinión" de su marido siempre que se lo expresase personalmente, la "telenovela" de su relación ha mantenido la emoción hasta el último capítulo.

A pesar de un aparente "triunfo" del Vaticano, diversos cronistas consideran hoy a la "Iglesia de la Unificación" del reverendo coreano Sun Myung Moon como la verdadera vencedora en su pulso con el Vaticano, gracias a la inmensa publicidad que han logrado.

Los medios de comunicación italianos han dedicado durante más de tres semanas amplia cobertura al caso, desde que el pasado 6 de agosto Milingo se presentó por sorpresa en Castel Gandolfo (en las afueras de Roma) para mostrar su arrepentimiento ante Juan Pablo II.

Poco después aterrizaba en Roma su despechada esposa, decidida a recuperar a su marido, al que consideraba "prisionero" del Vaticano, con una determinación que la prensa calificó de "kamikaze".

La mujer estuvo en todo momento apoyada por los responsables de la secta Moon, que organizaba sus visitas diarias a la plaza de San Pedro de Vaticano para rezar y continuas conferencias de prensa en las que su portavoz, Philip Shenker, aseguraba defender los "derechos humanos" de Sung.

Shenker ha tenido ahora que admitir que el encuentro de anoche, que supone aparentemente "echar el telón" sobre las peripecias del matrimonio Sung-Milingo, fue "muy intenso y emocionante" y todos pudieron expresar "libremente" sus sentimientos.

Sin embargo, la pareja ya ha pasado a formar parte del imaginario colectivo italiano, como demuestra el hecho de que sus imágenes van a figurar en el popular Belén de la iglesia de San Gregorio en Nápoles (sur).

El artesano Giuseppe Ferrigno, último representante de una familia que trabaja la cerámica desde 1836, ha explicado hoy que el obispo africano aparecerá representado con "clergyman" y su esposa con un tradicional kimono, junto al primer ministro, Silvio Berlusconi.

"Son personajes de actualidad, de los que habla todo el mundo", explicó Ferrigno, que cada año representa en sus pequeñas figuras a políticos, artistas, deportistas y otros protagonistas de la vida pública en Italia.
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