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Israel adoptará "una política más enérgica contra el terrorismo"

El primer ministro Sharón, que regresó hoy de una visita a Estados Unidos, donde se entrevistó con el presidente George W. Bush, y obtuvo su respaldo para "luchar contra el terrorismo", se reunirá con su Gabinete de Seguridad y luego con el Consejo de Ministros.

03 de Diciembre de 2001 | 08:27 | EFE
JERUSALEN.- Siete ministros de la derecha nacionalista israelí exigirán hoy en el Gabinete de Seguridad, que preside Ariel Sharón, que se adopten medidas enérgicas para contrarrestar los atentados de extremistas islámicos, incluida la eventual "expulsión" de Yaser Arafat.

El primer ministro Sharón, que regresó hoy de una visita a Estados Unidos, donde se entrevistó con el presidente George W. Bush, y obtuvo su respaldo para "luchar contra el terrorismo", se reunirá con su Gabinete de Seguridad y luego con el Consejo de Ministros.

Fuentes de su comitiva informaron de que el polémico general "no declarará la guerra" a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tras los ataques de tres suicidas islámicos que causaron la muerte a 25 personas este fin de semana en Jerusalén y Haifa, como le exigen algunos de esos ministros derechistas, pero sí que "está decidido a tomar medidas drásticas" contra ese Gobierno.

Las fuerzas de seguridad leales a Arafat, según fuentes palestinas, pusieron bajo arresto domiciliario en Gaza al mentor espiritual del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS), el jeque Ajmed Yasín, y detuvieron, al parecer bajo presión de EEUU y de la Unión Europea (UE), a un centenar de sus activistas.

Medios próximos a Sharón y fuentes de la seguridad decían que esos arrestos "son parte del teatro" de Arafat, y que los detenidos "son activistas de poca monta, no los terroristas buscados por Israel".

El ex mediador estadounidense Dennis Ross comentó a la televisión israelí que a Arafat "le resulta difícil tomar decisiones" y por eso "está en un momento crítico", ya que tiene que elegir entre la paz con Israel, que debería desembocar en un Estado palestino independiente, o por HAMAS y la Yihad.

Los arrestos fueron practicados mientras los más de dos millones de palestinos en Cisjordania se encuentran aislados en sus ciudades y pueblos bajo un bloqueo israelí establecido tras los últimos ataques terroristas.

Uno de los que abogan por "sustituir" a Arafat, el ministro de Hacienda Silván Shalom, del bloque Likud, reiteró hoy el argumento de Sharón de que Arafat está al frente de "un imperio de mentiras", y es el responsable de esas acciones terroristas.

Además del estrechamiento del ruinoso cerco militar israelí y otros castigos colectivos padecidos por la población palestina, el Gabinete Nacional palestino impuso ayer el estado de excepción en los territorios autónomos que controla y prometió desarmar a los radicales, que también son sus principales enemigos políticos.

"Estamos tratando con un hombre visto en el mundo como un estadista político, pero es un terrorista", afirmó Shalom al aconsejar "deshacerse de él".

Para ello a Israel, que controla el espacio aéreo de Cisjordania y Gaza, le bastaría con impedirle volver a su sede al regresar de uno de sus frecuentes viajes al exterior.

Los ministros laboristas del Gobierno de unidad nacional de Sharón sostienen, en cambio, que "será más fácil negociar la paz con Arafat que con los radicales de HAMAS".

Si el histórico líder palestino se viese impedido de volver al país, su movimiento Al Fatah atacaría objetivos en el territorio de Israel, algo que hasta la fecha se abstiene de hacer, advirtió uno de sus dirigentes en Cisjordania, Jatem Abdel Kader.

Según Shalom, "la expulsión de Arafat puede dar paso a un liderazgo más moderado para negociar y no debemos temer que lo suceda HAMAS en el poder, pues en tal caso podremos combatir abiertamente contra ese movimiento impugnado por la opinión mundial".

Otro de los ministros que abogan por la "expulsión" será Uzi Landau, ministro de Seguridad Interior y responsable de la Policía Nacional, cuyos 27.000 efectivos en todo el país estaban hoy en estado de alerta roja en previsión de nuevos atentados islámicos.

"Si hasta ahora perseguimos a los mosquitos, ahora es necesario secar el pantano", afirmó a la prensa.

Por su parte, el ministro de Transportes, el laborista Efraim Sné, contrario a esa tendencia, declaró hoy que la fórmula para rescatar el ahora interrumpido proceso de paz es "combinar (contra Arafat) la presión militar israelí y la política de EE.UU.", en lugar de sustituirlo.
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