LOS POZOS.- Los delegados del Gobierno colombiano y de la guerrilla de las FARC terminaron hoy sin acuerdo dos días de reuniones que buscaban reactivar las negociaciones de paz, estancadas hace casi tres meses, y anunciaron que se reunirán de nuevo el próximo lunes 7 de enero.
La reunión, que se celebró en el campamento selvático de Los Pozos, en la zona de distensión del sur del país, concluyó poco después de que las FARC criticaran a las Fuerzas Militares por afirmar que no suspenderán los controles periféricos a dicho territorio, como reclaman los rebeldes.
Entretanto, el Gobierno afirmó, en un breve comunicado leído por el Alto Comisionado presidencial para la Paz, Camilo Gómez, que hay garantías suficientes en la zona neutral para seguir negociando, pese a que las FARC rechazan las restricciones.
Con todo, el Ejecutivo advirtió de que no se modificarán las medidas alrededor de ese territorio, que tiene más de 42.000 kilómetros cuadrados y está formado por cinco municipios, entre ellos San Vicente del Caguán (departamento del Caquetá), donde se llevó a cabo el encuentro.
Por ello, los delegados de las FARC en la mesa de negociación pidieron aplazar las conversaciones hasta el próximo lunes, para realizar consultas en el fin de semana.
El Gobierno del presidente Andrés Pastrana y las FARC, el movimiento armado más grande y antiguo del país, celebran negociaciones desde 1999, pero desde octubre pasado las gestiones están prácticamente suspendidas.
La delegación gubernamental llegó a esta última reunión, en el caserío selvático de Los Pozos (350 kilómetros al suroeste de Bogotá) con la petición de que las FARC cumplan el Acuerdo de san Francisco de la Sombra.
Este documento fue firmado en octubre por Pastrana, que viajó a esa región, y el fundador y jefe de las FARC, Pedro Antonio Marín, más conocido como "Manuel Marulanda" o "Tirofijo" y comprometía a las partes a estudiar el alto el fuego y acoger una propuesta de una comisión bilateral de personalidades.
Sin embargo, "Tirofijo" manifestó más tarde que no seguían negociando porque el Gobierno ejercía fuertes controles al área neutral y los aviones militares la sobrevolaban a baja altura.
El jueves, el comandante de las Fuerzas Militares, general Fernando Tapias, descartó cualquier negociación para reducir los controles a la zona de distensión y, por el contrario, planteó la necesidad de reforzarlos.
Tapias reiteró que los rebeldes, a los que calificó de terroristas, "salen a atacar" desde el área desmilitarizada y los acusó de tener secuestrados y traficar armas en ese sitio.
Las FARC expresaron hoy, antes de entrar a la segunda jornada de la reunión, que los mandos militares tienen una "actitud guerrerista" que impide hallarle salidas a la crisis del proceso.
El grupo guerrillero añadió que estas declaraciones cierran "cualquier posibilidad de encontrar salidas concertadas por la mesa nacional de diálogo a la actual parálisis del proceso".
Con todo, el Alto Comisionado para la Paz subrayó que hay garantías para avanzar en las negociaciones en la zona neutral y que los controles alrededor de esta área no se modificarán.
