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Erupción volcánica en el Congo podría causar desastre humanitario

“Hemos movilizado a 3.000 voluntarios, hemos repartido 6.000 mantas y nos han llegado tres toneladas de agua, pero eso no es nada dado el número de refugiados al que tenemos que atender”, dijo Jean Baptiste Kiguli, responsable de información de la Cruz Roja Ruandesa, que coordina desde ayer las labores de ayuda.

19 de Enero de 2002 | 16:46 | EFE
GISENYI, Ruanda.- La falta de agua, comida y suministros amenaza con provocar un “desastre humanitario” entre las 300.000 personas que huyeron a la ciudad ruandesa de Gisenyi tras la erupción del volcán Nyiragongo, en la vecina República Democrática del Congo (RDC), advirtieron hoy fuentes de agencias humanitarias.

“Hemos movilizado a 3.000 voluntarios, hemos repartido 6.000 mantas y nos han llegado tres toneladas de agua, pero eso no es nada dado el número de refugiados al que tenemos que atender”, dijo Jean Baptiste Kiguli, responsable de información de la Cruz Roja Ruandesa, que coordina desde ayer las labores de ayuda.

Agua, comida, abrigo y medicamentos son las necesidades más urgentes para evitar que la ya critica situación derive en una catástrofe en Gisenyi, invadida por una riada de desplazados que tratan de subsistir en condiciones muy precarias.

El centro y las afueras del núcleo urbano están abarrotadas de personas que viven y pernoctan a la vera de los caminos o junto a las gasolineras que les proporcionan algo de luz, mientras que los más afortunados han encontrado refugio en los aledaños de las iglesias y misiones de organizaciones internacionales.

Los arbustos de la localidad se han convertido en improvisados tendederos donde cientos de mujeres ponen a secar la ropa, especialmente pañales y prendas de bebé, en tanto que muchos hombres y muchachos deambulan por los alrededores en busca de manutención.

“No he comido desde que el jueves”, aseguró a EFE el joven Basile Diatezwa, que como la inmensa mayoría del resto de refugiados procede de la ciudad congoleña Goma, al otro lado de la frontera y que ha resultado destruida en sus tres cuartas partes por la erupción volcánica.

El éxodo masivo también se produjo en la dirección opuesta, hacia el interior del Congo, pero hasta el momento las organizaciones internacionales no han proporcionado una estimación de cuántas personas se pueden encontrar en una similar situación desesperada en el país limítrofe.

Las autoridades ruandesas y representantes de las Organizaciones No Gubernamentales (ONGs) mantuvieron ayer una reunión para establecer las principales carencias de la población desplazada y diseñar las operaciones de emergencia para responder a lo que calificaron de un “gran drama humano”.

En el encuentro se acordó crear dos campamentos de refugiados en Nkamira y Mudende, a 20 y 30 kilómetros de Gisenyi, respectivamente, lo que evitará nuevas evacuaciones si esta ciudad ruandesa también resulta afectada por las erupciones del volcán, en caso de que el Nyiragongo vuelva a entra en actividad.

Los equipos de auxilio comenzaron hoy a dirigir a los desplazados hacia esos campamentos, pero sólo 5.000 personas habían llegado a media tarde hasta allí, donde a esa hora ya se habían agotado las reservas de agua y comida.

El desastre natural se ha venido a sumar a los sufrimientos de la guerra que desde hace más de tres años padecen los habitantes de Goma, que en 1998 se convirtió en cuartel general de la rebelde Agrupación Democrática Congoleña (ADC), alzada en armas contra el gobierno de Kinshasa y que cuenta con el apoyo de Ruanda.

La última erupción importante del Nyiragongo -cuyo cráter es uno de los pocos activos en una región volcánico- se produjo en 1977, cuando provoco la muerte de unas 2.000 personas y arrasó también buena parte de Goma.

Según las agencias humanitarias, en esta nueva ocasión el número de víctimas mortales por la erupción puede ser menor -hasta el momento se cifra en solo medio centenar los muertos-, pero mucho mayor la cantidad de personas afectadas indirectamente por el siniestro, en caso de los damnificados no reciban inmediato socorro.
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