BUENOS AIRES.- La economía argentina se contraería un 5% en el 2002 respecto del año anterior, según la proyección presupuestaria del gobierno que será enviada al Congreso, dijo el domingo el viceministro de Economía, Jorge Todesca.
"Cuando llegamos a la administración tuvimos un primer escenario de caída de 2,6% del Producto... hemos hecho una corrección en sentido descendente que nos lleva a una caída del orden del 5%", afirmó Todesca.
"El presupuesto va a estar basado en esa hipótesis", agregó el funcionario en declaraciones a una radio local.
Argentina transita su cuarto año de recesión económica en medio de una aguda crisis financiera y política, con los ahorros de la población congelados en los bancos y cinco gobiernos en un mes, luego de que sangrientas revueltas populares forzaran en diciembre a la renuncia de dos presidentes.
Todesca, viceministro de Economía del gobierno del peronista Eduardo Duhalde, quien asumió el 2 de enero, dijo que se estaban ajustando las cifras del déficit presupuestario que tendrá la administración federal en el 2002 y afirmó que en el 2001 el rojo de las cuentas públicas de Argentina fue de 12.000 millones de dólares.
Para el presente año, el funcionario dijo que el rojo presupuestario del país, que tiene cortado el crédito y ha declarado la cesación de pagos de su deuda de más de 140.000 millones de dólares rondaría los 3.000 millones de dólares.
"El cierre (del 2001) fue de 12.000 millones de dólares de déficit fiscal y estamos haciendo los ajustes finales (para el 2002) así que mejor no agregar más cifras. Pero bueno, estamos rondando en esos números (3.000 millones de dólares)".
Producto de la recesión económica y de recortes de salarios y pensiones públicas dispuestos en el 2001, Argentina viene soportando desde septiembre una fuerte caída en la recaudación de impuestos que ha reducido al mínimo la capacidad del Estado de sostener sus erogaciones.
Por esta razón, Todesca dijo que "el presupuesto en esta situación, más que nunca, tiene necesariamente un cierto signo de interrogación del lado de los ingresos".
El funcionario también anticipó la inminente derogación del denominado factor de empalme, un diferencial cambiario que el Estado pagaba a los exportadores para mejorar su competitividad que se veía afectada debido a la fortaleza de la moneda local, que estaba atada al dólar estadounidense en paridad uno a uno por la llamada convertibilidad monetaria.
Duhalde derogó este sistema y devaluó la moneda en casi 30 por ciento, estableciendo un sistema dual, con un tipo de cambio oficial fijo, establecido en 1,4 pesos por dólar, y otro flotante.
"El presidente tiene a su firma la eliminación del factor de empalme", dijo Todesca.
