BUENOS AIRES.- El Presidente argentino Eduardo Duhalde desestimó hoy jueves la posibilidad de convocar a elecciones "en noventa días" y se pronunció a favor de un proceso electoral "ordenado, sin sobresaltos ni efusión de sangre".
En su programa por radio Nacional que se difunde tres veces por semana, aseguró que encabeza un "gobierno de transición" y reiteró que no será "candidato a nada" en las elecciones de 2003.
Sostuvo que apoyará un proceso electoral ordenado y "sin sobresaltos" porque "el orden no se logra con tanques, bayonetas y bombas molotov".
Tras asegurar que Argentina está "peor", dijo que "es un país saqueado" y consideró que "los que más deben pagar son los que se beneficiaron con el modelo anterior, que fue enriqueciendo a pocos".
En su primer programa de ocho minutos por esa emisora, Duhalde había dicho el sábado que Argentina "está refundida".
Este jueves afirmó que ve "con simpatía" las manifestaciones espontáneas que se multiplican diariamente en el país desde hace dos meses, pues consideró que expresan "movimientos de esta Argentina que está viva y no se resigna a morir".
Desde hace casi dos meses, miles de ahorristas que hacen sonar sus cacerolas porque su dinero está atrapado en el impopular corralito bancario, desocupados que reclaman trabajo o trabajadores que exigen el pago de sus salarios adeudados, protagonizan manifestaciones callejeras.
El presidente argentino estimó que de tales manifestaciones "pueden nacer nuevos liderazgos" pero "deben tener un tiempo de maduración, y ese tiempo es el de la etapa de transición que a mí me toca gobernar", precisó.
Duhalde fue elegido por el Congreso el primero de enero para concluir el mandato del presidente radical Fernando de la Rúa, que renunció el 20 de diciembre pasado en medio de una convulsión social generalizada, y del interino peronista Adolfo Rodríguez Saá, que dimitió 10 días después.
