CARACAS.- La crisis abierta tras la petición de renuncia del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, por parte de dos oficiales en ejercicio activo, se mantenía hoy latente a pesar la cercanía del Carnaval y de la caída de la tensión respecto de la agitación e incertidumbre del pasado jueves.
Sin embargo, el coronel de la Fuerza Aérea Pedro Soto y el capitán de la Guardia Nacional Pedro Flores, quienes pidieron apoyo de sus compañeros de armas "para que el sacrificio valga la pena", sólo recibieron el respaldo de los grupos de oposición que les han acompañado desde el jueves; con lo que la expectativa quedó despejada, al menos de momento, con su total aislamiento.
El vicepresidente del Gobierno, Diosdado Cabello, aseguró que la tranquilidad es total en todo el país y en todas las guarniciones militares y aseguró que la acción de Soto y Flores fue un hecho "puntual e intrascendente". Cabello aseguró que en los cuarteles se han concedido los habituales permisos de fin de semana, no se han aplicado medidas excepcionales y la normalidad es total.
Por otra parte, Cabello apuntó la posibilidad de que un tercer oficial, cuya identidad no reveló, pudiera sumarse en las próximas horas a los dos que se mantienen en rebeldía, quienes deberán presentarse ante sus superiores antes del mediodía del lunes para no ser declarados desertores.
El Gobierno ya dio una primera interpretación amplia del conflicto y precisó que todo apunta a un montaje en el que Soto y su compañero estarían siendo utilizados por un grupo editorial de oposición, que no identificó, para desestabilizar el régimen. Cabello indicó que hay "pruebas" de que la sorpresiva aparición de Soto en un foro sobre libertad de expresión, ante numerosos medios informativos, algunos de ellos extranjeros, no fue un acto espontáneo, sino que fue planeado varios días antes en una reunión entre directivos del grupo editorial y los militares rebeldes.
El vicepresidente, militar retirado, pronosticó que ambos oficiales serán dados de baja de las Fuerzas Armadas para que puedan dedicarse plenamente a la política. Por otra parte, el Defensor del Pueblo, Germán Amundaráin, dijo que, como ciudadanos, Soto y Flores no han cometido delito alguno, ya que la Constitución garantiza la libertad de expresión, pero como militares deben observar el reglamento que regula esa condición.
La acción de los dos oficiales coincidió con la presencia en Venezuela del secretario de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Santiago Cantón.
En tanto, ha llamado la atención de los observadores que Chávez no haya aparecido en público ni haya hecho declaración alguna desde que se desató la crisis y que hayan sido sus ministros los encargados de hacer pública la versión oficial de los hechos y de informar sobre la situación en el país.
Las manifestaciones de rechazo a Chávez fueron contrarrestadas por otras de apoyo al Gobierno que eligieron como lugar de concentración las afueras del Palacio de Miraflores, sede del Ejecutivo.
Todos los medios destacan que, pese a la exaltación que se reflejó en algunos de los manifestantes de ambas partes, no hubo actos vandálicos. Los únicos actos de violencia, de los que no se tienen noticias de heridos, ocurrieron el viernes en las ciudades de Maracaibo y Valencia, en las que se enfrentaron a pedradas opositores y simpatizantes del Gobierno.
